Kenneth L. Jenkins, Pastor y miembro del consejo de la Iglesia Pentecostal, USA (parte 3 de 3)
Descripción: Un niño confundido encuentra la salvación a través de la Iglesia Pentecostal y responde su llamado al sacerdocio a los 20 años, luego se convierte en musulmán. Parte 3: “Nacimiento de la oscuridad a la luz”.
- Por Kenneth L. Jenkins
- Publicado 12 Jan 2009
- Última modificación 12 Jan 2009
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Un Nuevo Comienzo
No fue mucho después de mi llegada a Arabia Saudita que vi una inmediata diferencia en el estilo de vida de la gente musulmana. Eran diferentes de los seguidores de Elijah Muhammad y del Pastor Louis Farrakhan ya que eran de todas las nacionalidades, colores y lenguajes. Inmediatamente expresé mi deseo de aprender más acerca de esta peculiar religión. Me deslumbraba la vida del Profeta Muhammad y quería saber más. Solicité libros a uno de los hermanos que buscaba activamente personas para adherirse al Islam. Me entregaron todos los libros posibles. Leí todos y cada uno de ellos. Luego me entregaron el Sagrado Corán y lo leí por completo varias veces en cuatro meses. Formulé pregunta tras pregunta y recibí respuestas satisfactorias. Lo que me pareció es que los hermanos no querían impresionarme con su sabiduría. Si un hermano no sabía como responderme a una pregunta, simplemente me decía que no sabía como responderme y que tendría que buscar a alguien que si supiera. Al día siguiente me brindaba la respuesta. Note la humildad de las vidas de estas misteriosas personas del Medio Oriente.
Estaba sorprendido de ver a la mujer cubrirse a si misma de pies a cabeza. No veía ninguna jerarquía religiosa. Nadie competía por una posición religiosa. Todo esto era hermoso, ¿Pero como podía abandonar la enseñanza que me había sido inculcada desde mi infancia? ¿Y la Biblia? Sabía que había algo de verdad en ella aunque había sido cambiada y revisada en numerosas oportunidades. Luego me entregaron un video de un debate entre el Sheik Ahmed Deedat y el Reverendo Jimmy Swaggart. Después de ver el debate me convertí inmediatamente en musulmán.
Me llevaron a la oficina del Sheik Abdullah bin Abdulaziz bin Baz para declarar oficialmente mi aceptación del Islam. Fue allí que me aconsejaron como prepararme para el largo camino que me esperaba. Fue realmente un nacimiento de la oscuridad a la luz. Me preguntaba que pensarían mis compañeros de la Iglesia al enterarse de que había abrazado el Islam. Luego me enteré. Regresé a los Estados Unidos de vacaciones y fui severamente criticado por mi “falta de fe”. Se me pusieron muchas etiquetas, desde renegado hasta réprobo. Los líderes de las iglesias dijeron a las personas que ni siquiera recordaran mis plegarias. Aunque parezca extraño, no me molestó. Me sentía tan feliz de que Dios Todopoderoso, haya elegido guiarme que nada mas importaba.
Ahora solo quería transformarme en un dedicado musulmán como lo había sido cristiano. Esto, por supuesto, se refiere al estudio. Me percaté de que una persona puede crecer tanto como quiera en el Islam. No hay monopolio de sabiduría, es libre para todo el que desee aprovechar la oportunidad de aprender. Me dieron un set de Sahih Muslim como regalo de parte de mi maestro del Corán. Fue allí que vi la necesidad de aprender acerca de la vida, dichos y prácticas del Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Dios lo acompañen. Leí y estudié la mayor cantidad de colección de Hadices disponibles en inglés como pude. Me di cuenta de que mi conocimiento de la Biblia era un activo ahora muy útil para lidiar con los antecedentes cristianos. La vida ha tomado un significado totalmente diferente. Uno de los cambios más profundos es el resultado de conocer que en la vida hay que prepararse para el Mas Allá. También fue una nueva experiencia saber que somos recompensados incluso por nuestras intenciones. Si tu intención es hacer el bien, entonces eres recompensado. Era bastante diferente en la Iglesia. La actitud era que “El camino hacia el Infierno es pavimentado con las buenas intenciones”. No había modo de ganar. Si pecabas, tenías que confesarte con el pastor, especialmente si el pecado era mayor, como el adulterio. Eras juzgado estrictamente por tus acciones.
El Presente y el Futuro
Después de una entrevista con el periódico de Al-Madinah me preguntaron acerca de mis actividades actuales. En la actualidad, mi meta es aprender árabe y continuar estudiando para ganar un mayor conocimiento acerca del Islam. Actualmente estoy estudiando el asunto de la dawah y me llaman para enseñar a no-musulmanes que vienen de antecedentes cristianos. Si Dios, Todopoderoso, me lo permite, espero escribir más acerca del tema de la religión comparativa.
Es el deber de los musulmanes a través del mundo trabajar para difundir el conocimiento del Islam. Como alguien que ha pasado tanto tiempo como profesor de la Biblia, siento el especial deber de enseñar a las personas los errores, contradicciones e invenciones del libro en el que creen millones de personas. Una de las mayores alegrías es saber que no tengo que discutir tanto con los cristianos, porque era un profesor que aprendió la mayoría de sus técnicas de disputa utilizadas. También aprendí cómo discutir utilizando la Biblia para defender el cristianismo. Al mismo tiempo sabía los argumentos para cada argumento que nosotros, los pastores, teníamos prohibido discutir o divulgar.
Rezo para que Dios nos perdone a todos por la ignorancia y nos guie por el camino que nos lleva al Paraíso. Toda alabanza se debe a Dios. Que Dios alabe a Su último mensajero, el Profeta Muhammad, su familia, compañeros, y aquellos que siguen su guía.
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