Herencias y testamentos islámicos (parte 1 de 2): Los testamentos islámicos
Descripción: Esbozo breve y básico de la importancia de los testamentos.
- Por Aisha Stacey (© 2016 IslamReligion.com)
- Publicado 14 Mar 2016
- Última modificación 13 Oct 2019
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El Islam es mucho más que una religión, es una forma de vida. El Islam es guía de Dios que nos dirige por la vida y, si Dios quiere, hacia la próxima vida. Es por esta razón que Dios también nos guía a través del proceso de la muerte. La muerte llegará a cada uno de nosotros; sin embargo, hay cosas que podemos hacer para hacer más tolerable nuestra partida a quienes dejamos atrás. Una de esas cosas es asegurarnos de dejar un testamento islámicamente correcto. El Islam ha puesto mucho énfasis tanto en las leyes de la herencia como en hacer un testamento; por lo tanto, hay pruebas concluyentes de que todo musulmán adulto y sano debe tener un testamento.
"Es obligación de todo musulmán que tenga algo que legar, no dejar pasar dos noches sin escribir un testamento"[1].
"Una persona puede hacer buenas obras durante setenta años, pero si actúa de manera injusta cuando deja su último testamento, la maldad de su acción será sellada sobre él y entrará en el Fuego. Si (por otra parte), un hombre actúa perversamente durante setenta años, pero es justo en su última voluntad y testamento, la bondad de su acción será sellada sobre él y entrará en el Jardín"[2].
El testamento islámico (en árabe al wasiah) es una serie de instrucciones que tienen efecto al morir la persona. El testamento actúa después de que se hayan pagado los gastos fúnebres y las deudas pendientes.
"… participarán del tercio de la herencia, luego de cumplir con los legados y pagar las deudas, siempre que los legados no causen perjuicio a los herederos…". (Corán 4:12)
La ley islámica permite a una persona legar hasta un tercio de su patrimonio a quien desee, proveyendo así a beneficiarios que no se encuentran entre los que se beneficiarán de los dos tercios restantes. Aquellos que tienen derecho a estos últimos dos tercios del patrimonio se establecen en el capítulo 4 del Corán. Cuando uno de los compañeros cercanos del Profeta Muhammad sufrió una enfermedad grave, preguntó cuánto de su vasta riqueza debía legar como regalo, ya que solo tenía una única hija que calificaba como heredera bajo la ley islámica. El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dictaminó que un tercio, y dijo: "Es mejor dejarlos ricos en lugar de pobres e indigentes"[3].
Una persona debe tomar sus obligaciones en serio y pensar quién podría beneficiarse de sus legados. Es una oportunidad para ayudar a un pariente pobre que de otro modo no tendría derecho a una participación, o incluso para dejarle algo a alguien de otra religión, ya que ellos no heredan de los otros dos tercios del patrimonio.
"Los seguidores de dos religiones distintas no pueden heredar el uno del otro"[4].
Hoy en día hay muchas personas calificadas que pueden ayudarle a uno a escribir un testamento que cumpla con todas las obligaciones islámicas. De hecho, las leyes islámicas de la herencia han sido alabadas y copiadas por muchos individuos y firmas legales y por académicos occidentales. Consideremos la siguiente declaración de Almaric Rumsey, profesor de una universidad líder en Inglaterra, la King’s College de Londres:
"La ley musulmana sobre la herencia comprende, sin duda alguna, el conjunto de reglas más elaborado y refinado para la devolución de los bienes que conozca el mundo occidental".
Cuando los bienes son divididos de acuerdo con este sistema divino de leyes que se describe en el texto coránico y en las tradiciones del Profeta Muhammad, esto es muy recompensable ante los ojos de Dios. Además de eso, hay diversas razones de peso por las que una persona debe hacer un testamento islámicamente aceptable. En primer lugar, le da a la persona la paz mental de saber que sus deseos serán llevados a cabo después de su muerte. Esto ayuda a resolver o evita por completo los conflictos innecesarios que a veces ocurren después de que una persona fallece.
Un testamento también tiene sentido desde el punto de vista financiero. Si una persona muere sin un testamento se le llama "muerto intestado" y eso significa que la riqueza será distribuida de acuerdo con las leyes del país en el que la persona vivió. Esto puede ser o no ser acorde a la manera islámica, depende de en qué parte del mundo residía la persona fallecida. Consideremos la situación, Dios no lo permita, en que un matrimonio fallece dejando niños pequeños; si no tienen testamento y, por lo tanto, no han dejado guardianes designados para los niños, las cortes tienen un poder abrumador para decidir dónde serán ubicados esos niños. No dejar testamento significa que las vidas de esos niños, tanto ahora como en el más allá, podrían estar en peligro, pues puede que se entregue su custodia a alguien que no sea islámicamente adecuado.
Un testamento islámico le da a la persona la posibilidad de ayudar a los menos afortunados. La persona puede asegurarse de que las organizaciones benéficas que apoyaba durante su vida no queden descuidadas al momento de su muerte. Un testamento no solo ayuda a los beneficiarios, sino que puede ayudar también al difunto que puede desear establecer una provisión para una organización de caridad, una acción que continuará brindándole recompensas incluso después de la muerte. De acuerdo con el principio de que un tercio de los bienes de una persona puede ser distribuido a su juicio, el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Dios ha sido generoso contigo pues te permitió entregar un tercio de tus bienes (en caridad) cuando mueras, para que aumentes tus buenas obras"[5].
"Cuando una persona muere sus actos finalizan, con excepción de tres: una caridad en curso, un conocimiento que beneficie a otros, y una descendencia piadosa que rece por ella"[6].
Al igual que con cualquier documento legal, un testamento islámico debe tener testigos. Una persona que haga un testamento debe elegir cuidadosamente sus testigos, recordando que una persona que hereda no puede ser testigo. Si alguien con derecho a la herencia funge como testigo, ya no podrá heredar. La situación ideal sería escoger a dos hombres musulmanes confiables que atestigüen la firma del testamento. Sin embargo, si esto no es posible, entonces dos hombres no musulmanes pueden ser tomados como testigos.
En la mayoría de los casos, es posible hacer un testamento islámico que sea legalmente aceptable en la mayor parte del mundo. Los testamentos islámicos han sido elogiados por su minuciosidad y por el hecho de que casi nunca son considerados inciertos.
En el siguiente artículo veremos más de cerca las aleyas coránicas que establecen los reglamentos de la herencia.
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