Rituales fúnebres en el Islam (parte 2 de 3): La oración fúnebre y el entierro
Descripción: ¿Qué debe hacerse inmediatamente después de la muerte, y quién debe hacerlo?
- Por Aisha Stacey (© 2014 IslamReligion.com)
- Publicado 19 May 2014
- Última modificación 19 May 2014
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En la primera parte aprendimos que la religión del Islam defiende los derechos de los muertos y de los moribundos. La muerte no debe ser una extraña para nosotros, y los musulmanes somos alentados a recordar la muerte incluso en medio de la vida. La muerte está siempre presente, es una parte de la vida de todos, y los procedimientos sencillos establecidos por el Islam aseguran que los moribundos y los muertos sean tratados con el mayor respeto y con gentileza.
Inmediatamente después de la muerte
Inmediatamente después de la muerte, quienes estén presentes deben cerrar los ojos del finado y decir una súplica simple para aquellos que se ven afectados por una calamidad: “A Dios pertenecemos y hacia Él es nuestro regreso”[1]. Si el fallecido no pagó todas sus deudas antes de morir, ahora es el momento de pagar sus deudas con su riqueza o la de la familia, parientes o amigos. Esto es un asunto importante. El Profeta Muhammad (Dios lo bendiga) animó a los creyentes a pagar las deudas de los fallecidos. Como se menciona en la primera parte: “El alma de un creyente permanece en suspenso hasta que todas sus deudas son pagadas”.
El cuerpo completo del finado debe ser cubierto, con excepción de quienes mueren en estado de Ihram –esto es, mientras realizan el peregrinaje (Hayy o Umrah)–, en cuyo caso la cabeza y el rostro no deben ser cubiertos. Está permitido besar al muerto. Sabemos que cuando el Profeta Muhammad murió, su mejor amigo se inclinó y lo besó en la frente, entre los ojos, diciendo: “¡Oh, mi Profeta, mi mejor amigo!”
Cuando escuchamos la noticia de la muerte de un creyente, debemos tratar de mantenernos firmes y pacientes. La pena por la pérdida de un ser querido, un amigo o un pariente, es normal, y llorar por los muertos está permitido. Sin embargo, gemir, gritar, golpearse el pecho, tirarse del pelo, rasgarse la ropa o arrojarse tierra en la cara, son actos que no son permisibles.
Finalmente, inmediatamente después de la muerte, los que se encuentren presentes deben apresurarse a preparar el cuerpo para el lavado, el amortajamiento y el entierro. El Islam ha establecido instrucciones estrictas y exhaustivas para estos procedimientos, y en la actualidad estos suelen ser realizados por musulmanes calificados en el área mortuoria de un centro islámico, mezquita o morgue pública. Preparar al finado para el entierro es la responsabilidad de la comunidad musulmana. El cadáver debe manejarse con respeto, con mucho cuidado y gentileza. Lavar y preparar el cuerpo para el entierro suelen ser tareas realizadas por personas del mismo sexo que la persona fallecida.
La oración fúnebre
Debe realizarse un servicio de oración por cada musulmán fallecido, joven o viejo, incluso los bebés que mueren antes de nacer. Las mujeres pueden asistir a la oración fúnebre del mismo modo que les está permitido realizar cualquier otra oración no obligatoria. A fin de mantener el tiempo entre la muerte y el entierro al mínimo, esto debe realizarse en la misma ciudad o área en que la persona murió. No es necesario que el cuerpo sea enviado a otro país.
La oración fúnebre debe ser realizada en congregación, es un acto gratificante y los creyentes no deben dudar en participar de cualquier oración fúnebre, incluso de aquellas personas que les son desconocidas. El Profeta Muhammad alentó a esto diciendo que quien asiste a la oración fúnebre hasta que esta termina, ganará una recompensa tan grande como las montañas[2]. El número de asistentes a la oración fúnebre también trae una gran recompensa al muerto. El Profeta Muhammad dijo que si un musulmán muere y cuarenta musulmanes piadosos rezan por él en la oración fúnebre, Dios aceptará sus súplicas[3].
Después de la oración fúnebre, el muerto debe ser llevado al cementerio musulmán o a la sección musulmana del cementerio local. Cargar un ataúd y acompañarlo al cementerio es también un acto recomendado y gratificante.
El entierro
El Islam tiene un estilo único para la construcción de tumbas y cementerios, que se caracteriza por la sencillez y la humildad. Todos los musulmanes, ricos y pobres, reyes y plebeyos, están enterrados siguiendo el mismo procedimiento. Enterrar a los muertos en el ataúd no está permitido a menos que sea un requisito exigido en un área o país en particular.
El entierro debe hacerse tan pronto como sea posible después de la muerte. Sin embargo, hay momentos específicos en los que está prohibido enterrar a los muertos. Estos son: desde el alba hasta que el sol se ha levantado, cuando el sol está en su cenit, y desde que el sol comienza a palidecer hasta que se haya ocultado por completo. Después del entierro, está permitido que los creyentes permanezcan en el cementerio haciendo súplicas, ya que ese es el momento en que el muerto es interrogado por los ángeles.
En la tercera parte hablaremos de lo que ocurre después del entierro, en particular el período de luto y las condolencias. También le daremos un vistazo a los rituales y prácticas fúnebres de otras religiones, y los compararemos con los métodos y procedimientos simples pero hermosos del Islam.
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