La Cienciología se ha autoproclamado la nueva religión más importante del mundo, y los cienciólogos afirman ser los depositarios de 50.000 años de sabiduría. Sin embargo, apóstatas de la Cienciología afirman que se trata de un círculo vicioso, un culto peligroso disfrazado de religión. No importa qué descripción elijamos, el hecho es que la Cienciología es un movimiento religioso controversial y misterioso con más de 10 millones de miembros en unos 160 países. En estos dos artículos, esperamos profundizar en este movimiento desconcertante y hallar respuestas a muchas preguntas inquietantes. ¿La Cienciología es una religión o un culto maligno? ¿Qué cree realmente un cienciólogo y cómo se comparan dichas creencias con la religión del Islam?

¿En qué creen los cienciólogos?

El sitio web oficial de la Cienciología[1] afirma que "la Cienciología es una religión que ofrece una ruta precisa que conduce a una completa y certera comprensión de la verdadera naturaleza espiritual de cada uno, de la relación de uno consigomismo, con la familia, los grupos, la humanidad, todas las formas de vida, el universo material, el universo espiritual y con el Ser Supremo". De esto podemos deducir fácilmente que la Cienciología reconoce a Dios, o lo que ellos denominan como Ser Supremo.

"La Cienciología comprende un cuerpo de conocimiento que se extiende a partir de ciertas verdades fundamentales. La primera de ellas es que el hombre es un ser espiritual inmortal, cuya experiencia se extiende más allá de una sola vida, y sus capacidades son ilimitadas, aún si no se da cuenta de ello". En esta declaración podemos ver que los cienciólogos creen en alguna forma de rencarnación, quizás muy similar a la creencia de religiones orientales como el hinduismo y el budismo.

La Cienciología sostiene además que la humanidad es básicamente buena, y cree que su salvación espiritual depende de cada quien, sus semejantes y de lograr su hermandad con el universo. Este es un sentimiento muy agradable, no muy distinto de las religiones que existen hoy día en el mundo. Los objetivos finales, dicen los cienciólogos, son la iluminación y la libertad espirituales. Esto se logra, según ellos, mediante la aplicación de los principios de la Cienciología y observando o experimentando los resultados.

El fundador de la Cienciología, L. Ron Hubbard, comenzó sus estudios sobre la mente y el espíritu en 1923, dando como resultado un manuscrito en 1938 titulado Excalibur. Fue en esta publicación que la palabra Cienciología apareció por primera vez, para describir lo que Hubbard denominó "el estudio de saber cómo saber". Hubbard amplió sus estudios escribiendo un manuscrito que detalla una terapia de fácil aplicación para la persona promedio.

El libro que describía la terapia (Dianética, la ciencia moderna de la salud mental) fue la obra maestra de Hubbard y la base de la Cienciología. Forzando aún más la aplicación y la investigación de Hubbard, resultó en la realización de la exteriorización, demostrando que el espíritu (thetan) es de hecho separable del cuerpo y de la mente.

El sitio web oficial de la Cienciología afirma: "Si bien la Dianética y la Cienciología fueron fundadas por L. Ron Hubbard, y todas sus escrituras están compuestas únicamente por sus escritos y conferencias grabadas, él mismo escribió: ‘Hago un reconocimiento a cincuenta mil años de pensadores, sin cuyas especulaciones y observaciones no habría sido posible la creación y la construcción de la Dianética. Doy crédito en particular a Anaxágoras, Thomas Paine, Aristóteles, Thomas Jefferson, Sócrates, René Descartes, Platón, James Clerk Maxwell, Euclides, Charcot, Lucrecio, Herbert Spencer, Roger Bacon, William James, Francis Bacon, Sigmund Freud, Isaac Newton, Van Leeuwenhoek, Cmdr Thompson (MC) USN, Voltaire, William A. White, Will Durant, conde Alfred Korzybski, y a mis instructores en fenómenos atómicos y moleculares y en humanidades en la Universidad George Washington y en Princeton".

Los hombres a quienes reconoce Hubbard son una mezcla interesante de grandes filósofos, pensadores, psicólogos y políticos. Al revisar la lista, uno es capaz de ver por qué la Cienciología ha sido descrita como una filosofía religiosa. Sin embargo, ¿una forma filosófica de psicología es realmente una religión? Una definición clara y funcional de religión es algo difícil de hallar; sin embargo, el diccionario de la RAE[2] se refiere a ella como: "Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social, y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto".

La Cienciología reconoce la existencia de un Ser Supremo, aunque para los no iniciados parece carecer de una visión clara de una vida futura donde uno es castigado o premiado. Tiene un código moral o conjunto de valores que llama a la hermandad universal; sin embargo, en lugar de observancias rituales y devocionales, la Cienciología tiene auditoría. La auditoría es el proceso de hacer preguntas redactadas específicamente para ayudarlo a uno a hallar y manejar áreas de angustia, a menudo enterradas profundamente en la psique. La auditoría se hace con la ayuda de un e‑metro. Este es un dispositivo electrónico que mide la resistencia eléctrica y la conductividad de la piel. Puede que esto sea ritualista en algún sentido, pero difícilmente es devocional.

Según la revista Rolling Stone, la Cienciología es única entre las confesiones religiosas, debido a que cobra por prácticamente la totalidad de sus servicios religiosos. La auditoría se compra en bloques de 12,5 horas, conocidos como intensivos. Cada intensivo puede costar alrededor de US$ 750 dólares para las sesiones introductorias, y entre US$ 8.000 y US$ 9.000 dólares para las sesiones avanzadas. La auditoría ayuda a la persona a pasar por los diferentes niveles de la Cienciología, hasta alcanzar la posición de OT (thetan operativo).

La Cienciología afirma que el término thetan describe la fuerza vital que anima a todos los seres vivos. Esta fuerza vital, según ellos, es independiente del universo físico pero actúa sobre él. Dicho universo físico es denominado por los cienciólogos MEST por las iniciales en inglés de materia, energía, espacio y tiempo. El thetan es lo que otras religiones denominan alma o espíritu; sin embargo, en la Cienciología uno no tiene un thetan, sino que uno ES un thetan. Un OT, por lo tanto, es un estado espiritual del ser en el que uno puede manejar las cosas sin tener que utilizar los medios de un cuerpo físico. En ese nivel, uno se ocupa de su propia inmortalidad como ser espiritual, y es capaz de estudiar los materiales más avanzados de la investigación de L. Ron Hubbard.

A pesar de que hay aspectos obvios de espiritualidad en la Cienciología, hay opiniones divergentes en todo el mundo sobre si la Cienciología es una religión o no. Está aceptada legalmente como una religión exenta de impuestos en los Estados Unidos; y después de una lucha legal, la Corte Suprema de Australia reconoció en 1983 a la Cienciología como religión. Pero no se la reconoce como religión en Francia ni en Bélgica, y en Alemania está registrada legalmente como organización comercial, no como religión.

En la exposición de Cienciología de la revista Rolling Stone en 2006, el cienciólogo francés y experto en religiones comparadas Regis Dericquebourg denominó al sistema de creencias de la Cienciología como "utopía regresiva", en la que el hombre busca regresar a un estado antes perfecto, a través de una variedad de procesos meticulosos y rigurosos, destinados a ponerlo en contacto con su espíritu primordial. Estos procesos están muy controlados y, en los niveles avanzados, son ultra secretos.

Stephen Kent, un profesor de sociología de la Universidad de Alberta en Canadá, dice, en referencia a la experiencia de Hubbard como escritor de ciencia ficción, que "los cienciólogos se ven a sí mismos como profesores de doctrinas y habilidades que pueden salvar al mundo, si no a la galaxia".

En la segunda parte, viajaremos a un planeta muy lejano, para explorar el origen de las creencias cienciológicas, y discutir la posibilidad de que la Cienciología sea un culto o un negocio, a menudo dado a actos criminales.