Dios: Al Áwal, Al Ájir (el Primero y el Último)
Descripción: Dios es el Primero y nada Lo precede, y Él es el Último, cuya existencia persiste sin fin. Esta es una creencia que nos hace humildes y nos recuerda el fin inevitable de nuestra vida y de este mundo.
- Por islamtoday.net [edited by IslamReligion.com]
- Publicado 08 May 2017
- Última modificación 30 Oct 2022
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Dios dice: "Él es el Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto. Él conoce todas las cosas" (Corán 57:3).
Dios precede todas las cosas, Él no tiene comienzo. Él permanece después de todas las cosas sin llegar nunca a un final.
El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo, dirigiéndose a Dios en súplica: "Eres el Primero, de modo que nada Te antecede. Eres el Último, de modo que nada viene después de Ti. Eres el Manifiesto, de modo que nada viene por sobre Ti. Eres el Oculto, de modo que nada viene debajo de Ti. Paga nuestras deudas y enriquécenos para que no seamos pobres"[1].
Dios dice: Di: "Él es Al-lah, Uno. Al-lah es el Absoluto. No engendró ni fue engendrado. Y no hay nada ni nadie que sea semejante a Él" (Corán 112:1-4).
"No engendró ni fue engendrado" expresa un aspecto fundamental de la perfección de Dios. Todo en nuestra limitada experiencia humana debe tener un inicio y un final. Nosotros mismos nacemos y finalmente morimos. Este es el caso con nuestros padres y antepasados, así como con nuestros hijos y descendientes. Dichas relaciones permean la creación.
Así que Dios dice: "Al-lah es el Absoluto. No engendró ni fue engendrado", y de inmediato continúa con: "Y no hay nada ni nadie que sea semejante a Él". No podemos comparar a Dios con nada en nuestra experiencia. Igualmente, encontramos que Dios nos ordena: "No comparen a Dios" (Corán 16:74). Así debe ser nuestra fe en Dios.
Dios es el Primero, Quien no ha sido precedido por ninguna otra cosa. Aunque nuestra imaginación no puede captar esta idea de algo que no es precedido por nada más, nuestros corazones y mentes lo aceptan con facilidad. Del mismo modo, Dios es el Último, cuya existencia se mantiene sin fin. Como tal, Dios es el verdadero Heredero: "Cuando [el Profeta] Zacarías rogó a su Señor: ‘¡Oh, Señor mío! No me dejes solo [sin hijos]. Tú eres el Mejor Heredero’" (Corán 21:89).
Dios es atemporal y eterno, sin principio ni fin. En contraste, todas las cosas creadas tienen un principio y un fin.
Dios dice acerca del Sol: "El Sol orbita como le fue designado" (Corán 36:38). El Sol y otros cuerpos celestes son, de lejos, mucho más antiguos que las cosas vivientes en la Tierra, pero al igual que las fugaces vidas de los seres terrenales, las estrellas nacen y mueren; todas las cosas en el universo deben llegar a un final.
Dios no puede ser entendido según los términos de la existencia material. Él no está limitado por las leyes de la física que son, en sí mismas, parte de la naturaleza que Él ha creado.
No es de sorprender que la mente no pueda comprender completamente al Creador, ya que la mente misma es creada y está sujeta a las limitaciones de su naturaleza creada. La mente solo puede caer en confusión y autoengaño si trata de racionalizar lo que está más allá de sus capacidades. En lugar de ello, debemos aplicar nuestros esfuerzos mentales en asuntos que nuestras mentes son capaces de abordar, como el universo que Dios creó y los vastos horizontes de conocimiento que presenta. Dios nos ha dado la capacidad de desvelar las leyes físicas de la naturaleza, y podemos aprovechar dicho conocimiento para beneficiar a la humanidad en formas que agradan a Dios.
Beneficios de conocer estos nombres
Saber que Dios es el Primero y el Último, nos hace darnos cuenta de que las mejores cosas en las que podemos invertir para nosotros mismos en este mundo y el próximo, son las que agradan a Dios. Lo que hacemos por la causa de Dios es lo que perdurará. Dios dice: "Todo cuanto existe en la Tierra perecerá, y solo el rostro de tu Señor perdurará por siempre, el Majestuoso y el Noble" (Corán 55:26-27).
Este mundo llegará a su final; sin embargo, retornaremos a nuestro Señor, y las obras que hicimos en nuestras vidas mundanas, buscando Su complacencia, nos servirán en ese momento. Este es uno de los puntos que el versículo resalta cuando dice: "… y solo el rostro de tu Señor perdurará por siempre, el Majestuoso y el Noble". Nuestras palabras y acciones son por las que Dios nos recompensará, en Su infinita generosidad, cuando todo lo demás se haya ido.
Debemos esforzarnos por mantener la complacencia de Dios siempre en nuestras mentes, y ser conscientes de la otra vida a medida que avanzamos en nuestra vida diaria. No debemos esforzarnos solo por obtener ganancias materiales, sino hacer del Más Allá nuestra prioridad. Dios dice: "Pero [muchos] prefieren la vida mundanal, aunque deben saber que la vida del más allá es superior y eterna" (Corán 87:16-17).
Saber que Dios es el Primero y el Último también nos ayuda a enfrentar nuestra propia muerte, y también todo estado que experimentamos en la vida hasta que esta llegue a su fin. Disfrutamos de un periodo de juventud; si no morimos mientras somos jóvenes, con certeza sufriremos la pérdida de nuestra juventud. Envejecemos y luego morimos, no hay escape de la muerte en ningún caso. Este es el fin que Dios ha ordenado para toda la gente. Él nunca muere, solo Él es eterno, sin principio ni final.
Sin embargo, en Su infinita gracia, Él ha prometido a los creyentes que son sinceros y verdaderos, una vida eterna en el Paraíso que Él otorgará: "Los piadosos estarán entre jardines y ríos, en un lugar honorable, junto al Soberano Todopoderoso" (Corán 54: 54-55).
Que Dios nos bendiga para que estemos entre los justos.