Capítulo 11, Hud (parte 1 de 2)
Descripción: Breve comentario sobre la sura 11 (aleyas 1 a 60) del Sagrado Corán. Se presentan las historias de los profetas Noé y Hud, y las consecuencias que sufrieron aquellos que rechazaron su mensaje.
- Por Imam Mufti (© 2017 IslamReligion.com)
- Publicado 02 Jan 2017
- Última modificación 25 Jun 2019
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Introducción
La historia del Profeta Hud aparece en este capítulo. Mientras que la sura anterior trata principalmente de preguntas abstractas relacionadas con la veracidad de la Revelación, esta sura ilustra la verdad de dichas preguntas haciendo referencia a las historias de los profetas anteriores. Así, relata las historias de Noé, Hud, Sálih, Abraham, Lot y Shu’aib (la paz sea con ellos). Un enemigo cruel y perseguidor es advertido de la suerte que sufrió el pueblo anterior. Este capítulo fue revelado en La Meca durante los últimos cuatro años de vida del Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), y consiste de 123 aleyas.
Una vez, Abu Báker le dijo al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): "En los últimos tiempos he notado que tu cabeza está llenándose de canas. ¿Cuál es la causa de ello?". El Profeta Muhammad le contestó que (el fuertísimo mensaje de) la sura Hud y otros capítulos similares (56, el suceso; 77, los que son enviados; 78, la noticia; y 99, el terremoto) le sacaron todas esas canas (Tirmidhi).
Una lectura atenta de esta sura nos hará sentir el efecto de sus severas advertencias. Dios nos advierte, a través de las diversas historias de los profetas, que quienes ponen su fe en la apariencia externa de la vida mundanal y rechazan el mensaje de los profetas, tendrán consecuencias nefastas. Cuando Dios pasaba Su juicio sobre los pueblos, no dejaba sin juzgar a nadie, ni siquiera al pariente más cercano de un Profeta; solo el Profeta enviado y sus seguidores se salvaban.
Aleyas 1 a 7: El mensaje de Dios
Estos versículos hablan sobre el Corán y la actitud de los politeístas hacia él y hacia la resurrección.
Las aleyas del Corán han sido explicadas con claridad. El mensaje del Corán es adorar a Dios y buscar Su perdón. El Profeta Muhammad nos advirtió del castigo de Dios y, al mismo tiempo, trajo buenas nuevas sobre el Paraíso. Dios juzgará a la humanidad de acuerdo a las obras que cada quien realizó en esta vida. Algunas personas tratarán de esconderse de Dios, pero Él conoce sus secretos más íntimos.
Dios es responsable de sostener a toda criatura viviente. Dios creó los cielos y la Tierra en seis eras para probar al hombre si se da cuenta del poder de Dios y es agradecido con Él. Aquellos que niegan la resurrección consideran que el Corán es magia, debido a su poder convincente.
Aleyas 8 a 11: Actitudes opuestas hacia los favores de Dios
Estos versículos comparan la actitud de los creyentes y de los politeístas hacia los favores y las dificultades.
No se dejen engañar por el aplazamiento del castigo de Dios, pues este puede llegar en cualquier momento. Del mismo modo, no pierdan la esperanza ni sean ingratos si Dios les retira algunos de Sus favores, y no sean arrogantes si Dios los hace probar Su generosidad. Toda la gente tiene esas actitudes, excepto los pacientes que hacen buenas obras; ellos serán perdonados y tendrán una recompensa enorme.
Aleya 12: El Profeta Muhammad trata con los paganos
Esta aleya describe el sentimiento de incomodidad del Profeta debido al comportamiento de los politeístas.
Aleyas 13 y 14: Autenticidad del Corán
La autenticidad del Corán les es demostrada a aquellos que afirman que el Profeta Muhammad lo inventó. Dios reta a los expertos en idioma árabe a crear diez capítulos similares al Corán. Su incapacidad para responder debe dejar en claro para todos que el Corán proviene de Dios, no existe deidad digna de adoración excepto Él, y debemos someternos a Él como musulmanes.
Aleyas 15 y 16: Consecuencias futuras del comportamiento actual
La consecuencia para aquellos que solo desean la recompensa de este mundo, es que ellos recibirán su premio en esta vida, pero el Fuego será su destino en la otra vida. Después de todo, ellos trabajaron solo para sus objetivos mundanales.
Aleyas 17 a 24: Las dos partes
El ángel Gabriel, testigo de Dios, confirma el Corán. Una persona que sigue el Corán y el libro de Moisés (la Torá) cree en él. El Fuego es para quienes lo rechazan. Malditos están los perdedores que Le atribuyen mentiras a Dios, alejan a otros del camino de Dios (el Islam) y niegan la vida después de la muerte.
Aquellos que tienen fe y hacen buenas obras residirán en el Paraíso.
Aleyas 25 a 49: La historia de Noé
El pueblo de Noé vivió al sur de Irak, no muy lejos de la ciudad actual de Kufa. El mensaje de Noé a su pueblo fue:
·Adoren solo a Dios.
·Teman el castigo de un día doloroso.
Pero los líderes, la elite de su nación lo consideraban como una persona del común seguida por gente de bajo estatus. Ellos rechazaron sus respuestas y lo invitaron a traer la destrucción que anunciaba. Dios instruyó a Noé que soportara paciente sus burlas y construyera el arca.
Su ternura como padre no pudo salvar al hijo incrédulo de Noé de ahogarse junto a los demás. El arca, que llevaba a Noé, los creyentes y los animales, varó en Yudi, un monte frente a la isla Ibnu Úmar en la confluencia de las fronteras siria y turca, en la orilla oriental del río Tigris, visible desde la ciudad siria de Ain Diwar.
Aleyas 50 a 60: La historia de Hud
El pueblo de Ad, al que fue enviado Hud, vivía en una zona de colinas de arena en la parte sur de la Península Árabe. Adoraban a varios ídolos: Wud, Suwa, Yaguz, Ya’uq y Nasr.
Resumen del mensaje de Hud a su pueblo:
·Adoren solo a Dios.
·No les pido nada a cambio de mi prédica, mi recompensa está con mi Creador.
·Busquen el perdón de Dios, Él enviará la lluvia y los fortalecerá.
·Confío en Dios, mi Señor y Señor de ustedes.
·Dios tiene control total sobre todas las criaturas.
·Mi Señor puede remplazarlos con un pueblo mejor si Le dan la espalda.
·No perjudican a Dios si no Lo adoran.
La gente rechazó su mensaje. El castigo de Dios, que duró 8 días y 7 noches, los destruyó por rechazar a Dios y desobedecer a Sus profetas. Hud y los creyentes que lo siguieron fueron salvados por misericordia de Dios.
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