Oved ben Aharon, exjudío, Estados Unidos (parte 1 de 4)
Descripción: 25 años de reflexión y evaluación de la comunidad judía y de su tradición, y estudios profundos dentro de las Yeshivas de Jerusalén, llevaron finalmente a Oved hacia el Islam. Primera parte: Una evaluación veraz de la comunidad judía “exiliada”.
- Por Oved ben Aharon
- Publicado 24 Jul 2017
- Última modificación 24 Jul 2017
- Impreso: 18
- Visto: 6,677
- Clasificado por: 0
- Enviado por email: 0
- Comentado: 0
Rambam (Rabbi Moisés ben Maimón) comenta en Moreh Nevuchim (Guía para los perplejos) que debemos "hacer una pausa y detenernos" ante lo que nos parece dudoso. En varios momentos de mi vida, me he detenido a considerar la veracidad o exactitud de mi fe y mi tradición judía. Pero en especial en los últimos 15 años, he estado pausando y reevaluando el judaísmo y el estatus de Klal Yisrael (la congregación entera de Israel). La duración de nuestro exilio actual, el exilio romano, ha superado ya por cinco veces la duración de nuestro exilio en Egipto. La gran mayoría de los ciudadanos israelís en nuestra patria "judía" son ateos militantes. Una encuesta en la que se les preguntó a judíos israelíes acerca de si creen en la venida del Mesías y la construcción del Tercer Templo, reveló que la respuesta es un NO apático. Todas esas cosas pueden arreglarse, pero las traigo a colación con el propósito de mostrar que algo anda mal, algo que pide que nos detengamos y reflexionemos, con mente abierta, sobre qué es lo que ha sucedido dentro de nuestra comunidad.
Cuando te mudas a una nueva comunidad o cuando la comunidad recibe a una nueva familia, las primeras tres preguntas son las siguientes: 1. ¿A qué te dedicas? 2. ¿Guardas tu kosher?; si es así, ¿qué tan estrictamente? Y si eres estricto, ¿eso incluye lo que comes fuera o solo lo guardas en tu casa? 3. ¿Eres un Shomer Shabbos (observas el Sabbath)? Las preguntas no son un problema en sí mismas, pero los cambios culturales que subyacen a estas preguntas son inquietantes. ¿Por qué no preguntamos lo siguiente?: 1. ¿Crees en un único Dios y recitas el Shema a diario? 2. ¿Rezas tres veces al día?; y si no, ¿necesitas ayuda para aprender a rezar? 3. ¿Por qué los congregantes son categorizados por su ocupación y su observación del Sabbath y no por su adoración al Único Dios Verdadero a través de la obligación de la oración?
Durante años he tenido conversaciones con amigos acerca del hecho de que Dios es remplazado en el judaísmo; más exactamente, de que Dios es remplazado por el judaísmo. Si tienes alguna duda, simplemente préstale más atención a las conversaciones en tu mesa del Sabbath y a los artículos del periódico durante Rosh Hashana y la Pascua. Esas ediciones de periódicos en los últimos años se han enfocado en la arquitectura y las recetas, y dos de los artículos aportados por mis rabinos locales dejaron de mencionar por completo a Dios hasta el final: "Que Dios les dé un dulce año nuevo". Durante el período de tiempo en que se supone que estamos acercándonos a Dios y renovando nuestro compromiso con Él, profundizamos en recetas de cocina para impresionar a los invitados. Cuando asistimos a una actividad de aprendizaje ofrecida por la plataforma de educación para adultos de alguna organización jasídica internacional, las preguntas al final de las unidades incluyen: "¿Qué quiere la Torá que hagas en esta situación?". Mi reacción es que la Torá no quiere que yo haga nada, ya que es un pergamino y no tiene emociones; en cambio, Dios sí quiere que yo haga algo. ¿Por qué Dios ha sido remplazado, y hace cuánto que ocurrió eso en nuestra tradición? ¿Por qué cuando se levantó el Templo toda la comunidad entendió el grave pecado que era utilizar miel en los sacrificios o incluir miel en los festines rituales? Recordemos la sección del Talmud sobre la mezcla de incienso incluida en el Siddur para las oraciones del Sabbath, cuya recitación deja claro que el uso de miel en la mezcla de incienso invalida el incienso. ¿Por qué es tan importante? Era importante porque el uso de miel era popular en las ofrendas idólatras, y no usábamos la miel a fin de alejarnos de la idolatría y darles la espalda a las prácticas prohibidas. Rambam explica que los idólatras preferían cosas dulces para sus sacrificios, las que sazonaban con miel, mientras que la sal jamás es mencionada en sus sacrificios, y, según nuestra Ley, se requiere sal en todo sacrificio (véase Levítico 2:13). Incluso hoy en día, desde Rosh Hashanah hasta Sukkot endulzamos nuestras manzanas y nuestro pan challah con miel, y la comunidad judía está más pendiente de esta adición ritual (que resulta inadecuada y no tiene fundamento en la Torá ni en el Talmud) que de los cambios de redacción en la recitación del Kaddish y de los cambios en las oraciones diarias. En otras palabras, la miel es más popular y recibe mayor atención que el hecho de que Dios sea abordado como Melekh (Rey).
Creo que el problema es que el judaísmo tuvo que inventarse a sí mismo después de la destrucción del Segundo Templo, si no es que antes. El rabino Yoshanan ben Zakai escapó de la carnicería romana y fue a Yavne, donde conformó lo que en la actualidad se conoce como judaísmo rabínico (servicios de oración sin los sacrificios del Templo, referencias hechas dentro de la oración sobre lo que se puede y no se puede hacer, y festivales y Día de Expiación sin Sumo Sacerdote que recite el Nombre de Dios). El rabino creó un sistema de observación y mantenimiento diarios que no depende del Templo ni de la peregrinación a Jerusalén, que nos llevaría al fin del exilio, que él mismo creía era inminente (véase Berakot 28b, cuando estando cerca de la muerte, instruyó a sus estudiantes a preparar el trono para Hezekiah, el Reino de Judá, que ya venía). Ben Zakai tuvo que enfatizar la observancia externa para acercarse a Dios, debido a que la Presencia Divina se había ido, y el método dado de acercamiento a Dios (el ritual del sacrificio) había desaparecido. Los judíos educados saben que la Presencia Divina (Shechinah) tampoco estaba realmente en el Segundo Templo (pues Aron Kodesh, el arca de la alianza, se perdió cuando el Primero Templo fue destruido), así que el sistema establecido por Ben Zakai era, en esa época, lo más cercano a la verdadera aproximación al Divino.
Cabe señalar que las acciones de Ben Zakai en Yavne eran cuestionables, ya que adornó su escuela allí como el nuevo Sanedrín en un cambio unilateral de poder para tomar decisiones después de la destrucción de Jerusalén. A la luz de esto, el judaísmo rabínico es el hijo de una institución ilegítima (¿judaísmo mamzer (bastardo)?). Hablando de acercarnos al lugar Divino y Sagrado en la actualidad, recuerdo haber ido al Muro de los Lamentos con mi amigo yeshiva Naftalí. Él me dijo que no sintió nada en el Muro, que estaba celoso de los viejos barbudos llorando, que quería tener esa experiencia. Le expliqué que ellos sentían lo mismo que él, nada, y que probablemente era por eso que lloraban. Lloramos porque no sentimos nada, estamos en el exilio, y la Presencia Divina se ha ido. Esa es nuestra excusa para muchas de las deficiencias de la comunidad: estamos en el exilio.
Oved ben Aharon, exjudío, Estados Unidos (parte 2 de 4)
Descripción: 25 años de reflexión y evaluación de la comunidad judía y de su tradición, y estudios profundos dentro de las Yeshivas de Jerusalén, llevaron finalmente a Oved hacia el Islam. Segunda parte: El judaísmo es una celebración de la cultura y la raza judía, pero ¿dónde está Dios y la sumisión a Él?
- Por Oved ben Aharon
- Publicado 31 Jul 2017
- Última modificación 31 Jul 2017
- Impreso: 19
- Visto: 6,516
- Clasificado por: 0
- Enviado por email: 0
- Comentado: 0
Luego de casi 2.000 años de nuestro más largo exilio en la historia, vemos el resultado de los cambios hechos por Ben Zakai: la elevación de la cultura externa por encima de la moral. Esto se entiende mejor a través de ejemplos. Un rabino y buen amigo mío me explicó el Yiddishkeit (la identidad judía, es decir, el judaísmo verdadero) versus el Frumkeit (la apariencia de observancia). El judaísmo ordena la modestia durante la oración, que la mujer se cubra su cabello durante la oración conocida como Shema, y la declaración de que hay Un Dios. Esta es la ley, esto es Yiddishkeit. Frumkeit es el mercado de Sheitels (pelucas de perlas) que son adquiridas por las mujeres, valoradas en miles de dólares, y que ellas llevan todo el tiempo mientras critican a las mujeres que solo cubren su cabello cuando es obligatorio (solo durante la oración Shema). La explosión de respuestas y ataques por parte de mujeres que insisten en que ellas deben cubrir su cabello en todo momento por ley, es prueba de este punto (el verdadero judaísmo ha sido remplazado con el deseo de parecer observante en el exterior). El judaísmo requiere tener algo extra en el Sabbath, una comida extra, pan en cada comida. El Frumkeit es el sueño último de los autores de libros de cocina para Sabbath, orientados no solo a una sabrosa cena para el Sabbath, sino a una cena elegante (piensen en el nuevo lanzamiento de la serie de libros de cocina "Kosher por diseño" de la editorial Feldheim: Lo elegante hecho simple). El punto es que el Sabbath ahora está lleno con comida, no con el Divino, y la forma en que el Sabbath es mejorado, es con comida más elegante y alcohol, no con pláticas sobre Dios o sobre el Sabbath. Rambam explica que el sacrificio ritual incluía todas nuestras facultades sensoriales, y eso implicaba carne, vino y música. El judaísmo de Ben Zakai es la celebración de la carne, el vino y la música sin el sacrificio real, sin el Divino. Es una celebración de cultura externa compartida, que da un sentido de unidad, pero es una imitación costosa y un remplazo del Divino.
Uno de los casos más extremos de frumkeit de que he sido testigo, es aquel que mi esposa denomina "hombre de acento falso". En un Sabbath, después de los servicios, mientras charlábamos con otros y comíamos algo ligero, alguien nuevo se sentó y nos habló con un acento extraño. No era un acento yiddish, era casi israelí, pero no pude ubicarlo y realmente no me interesó mucho, ya que podía seguir viviendo mi vida sin tener que saber de dónde venía el nuevo, y tampoco quería ser rudo con él. Mi esposa, por otro lado, es una antropóloga profesional entrenada en cuatro áreas, y detectó de inmediato falsedad en él, ya que su conocimiento de lingüística percibió inconsistencias. Después de un breve interrogatorio de 5 segundos, ella lo desenmascaró y él reconoció ser de Omaha, Nebraska, estuvo unos 8 meses estudiando en una yeshiva sin nombre en Israel, y estaba en la ciudad de paseo con la familia. El tipo estaba tratando de hablar con una mezcla de acento yiddish y hebreo para imitar lo que en su mente creía que era un acento "yeshivish". ¿Por qué una persona trata de imitar y hablar con acento yeshivish? Realmente no debemos sorprendernos, porque en una cultura que celebra y abraza los aspectos exteriores y observables del judaísmo, un acento yeshiva es solo otra forma de sentirse más judío.
He aquí un ejemplo reciente de la elevación de la cultura sobre la moral. Durante los últimos tres años, numerosos conversos y aquellos interesados en convertirse han pasado por mi casa y se han sentado en mi mesa de Sabbath. Sin ningún entrenamiento de mi parte, simplemente le he preguntado a cada cual por qué se convirtió o por qué se siente conectado con el judaísmo. Con una excepción, que luego detallaré, las diferentes respuestas me han dejado claro que todos quieren convertirse por la cultura, por un estatus de "elegido" y unos beneficios percibidos, y no por Dios. Un converso homosexual se unió al judaísmo porque lo identificó como un refugio progresivo para los homosexuales. Él no creía ni interpretaba que la Torá prohíbe practicar la homosexualidad. Otra conversa escribió expresamente en su libro que se convirtió porque quería darle una cultura a su hijo (pues ser estadounidense no era suficiente cultura), y eligió el judaísmo porque era antiguo y había sobrevivido las tormentas de diversas sociedades. Ella no podía conectarse a Dios como católica, e incluso denominaba a Dios como una ambigüedad moral, pero se sentía como en casa en el judaísmo, donde la observancia y la piedad se miden por la participación cultural y otros logros materiales.
La pregunta de "¿qué haces, a qué te dedicas?", se utiliza hoy en día como la principal prueba de la veracidad de la alianza abrahámica, es decir, Abraham y sus descendientes prosperarán, y quienes se quedan en el camino o se oponen a nosotros serán derribados. Dentro y fuera de nuestra comunidad, los logros materiales son utilizados como prueba de que los judíos siguen siendo los elegidos. La opinión de que prosperar puede significar simplemente estar cerca a Dios, sin ningún éxito material, parece escapar a la mayoría. En lugar de definir como "bienaventurados" a los ganadores del premio Nobel y a miembros exitosos y famosos de la tribu, utilizamos esto como prueba de que la alianza se mantiene intacta. En muchos comentarios hechos a nuevos artículos antisemitas, los judíos se apresuran a defender a la comunidad con historias de individuos que dejaron Europa Oriental o el Oriente Medio sin nada, llegaron a Estados Unidos y se convirtieron en millonarios o en grandes científicos, etc., y que, por lo tanto, los judíos siguen siendo los elegidos de Dios. En otras palabras, nuestro éxito MATERIAL es prueba de esta alianza ESPIRITUAL. Esto es irracional.
Oved ben Aharon, exjudío, Estados Unidos (parte 3 de 4)
Descripción: 25 años de reflexión y evaluación de la comunidad judía y de su tradición, y estudios profundos dentro de las Yeshivas de Jerusalén, llevaron finalmente a Oved hacia el Islam. Tercera parte: Dejar el exilio y regresar a Dios.
- Por Oved ben Aharon
- Publicado 07 Aug 2017
- Última modificación 07 Aug 2017
- Impreso: 19
- Visto: 6,530
- Clasificado por: 0
- Enviado por email: 0
- Comentado: 0
Alcanzar el éxito material mientras se mantiene la participación cultural es el Santo Grial del judío verdaderamente comprometido con el judaísmo frumkeit. Mientras más extremo sea en ambos lados (más participación cultural con más éxito financiero) mejor. Por ejemplo, ser observante del Sabbath es bueno, pero ser observante del Sabbath y profesional exitoso que hace a un lado sus negocios para observar el Sabbath es algo especialmente notable. Estar desempleado y observar el Sabbath no se reconoce como piedad, aunque la humildad y la lealtad inquebrantable a Dios, a pesar de la falta de bienestar material, es probablemente el sello mismo de la piedad, como lo ejemplificó el Profeta Iyov (Job). El objetivo es un profesional observante del Sabbath. Incluso hay libros para guiar a la persona hacia ese objetivo, como, por ejemplo, El plan Meister: Receta médica para la seguridad financiera y el éxito en el aprendizaje, disponible en Artscroll.com. Nótese que la descripción del libro hace cero referencias a Dios (la Presencia Divina que desapareció hace más de 2.500 años) y solo describe el método del autor para equilibrar el texto de la Torá con la seguridad financiera. ¡La única piedra angular faltante para el profesional observante del Sabbath es mudarse pronto a Israel! La mayoría de los judíos estadounidenses tienen un amigo o pariente exitoso que se ha mudado o retirado a Israel, y que se pone a sí mismo como ejemplo para exigir que todos los demás también hagamos Aliyah (nos elevemos) trasladándonos a la patria. Sin embargo, gracias a demasiados judíos idealistas (es decir, no muy financieramente seguros) que se han mudado a Israel, el PIB de Israel (y, por lo tanto, nuestro estatus de elegidos) se está viendo perjudicado. Por fortuna, ahora tenemos una solución a ese problema, el nuevo libro de Feldheim: Guía financiera a la Aliyah y la vida en Israel.
Lamentablemente, estos libros no son suficientes para proteger nuestra condición de personas comprometidas y financieramente seguras, así que una de mis amigas que buscaba unirse a la tribu fue detenida en la puerta y se le negó el acceso, debido a que carece del aura de un miembro potencialmente pudiente. Ella es la única excepción que mencioné antes, quien verdaderamente siente una conexión con el Dios de Israel, confía en Él y quiere unirse a lo que ella cree que es Su pueblo. Ella ha sido devota durante siete años, pero no puede pagar para que un rabino le devuelva la llamada. Cuando el rabino uno la envió con el rabino dos, se le informó que si quería continuar con su "conversión" tenía que pagar una cuota de aprendizaje de más de 1.000 dólares. Ahora trabaja para el rabino tres y no se ha dado por vencida. En contraste, las puertas de entrada a la tribu se abren rápido y ampliamente para los pudientes o los que pronto lo serán, como, por ejemplo, la hija de Donald Trump y una persona que identificaré como Doña Ploni. Doña Ploni asistió de manera esporádica a la sinagoga, no hizo ningún esfuerzo por observar el Sabbath ni por adquirir conocimiento del judaísmo, pero recibió un proceso rápido de conversión y fue admitida en solo seis meses. La diferencia entre Doña Ploni y mi amiga es que Doña Ploni estaba en la industria de la salud y estaba comprometida con un médico judío, ya era exitosa, por lo que encajaba con la imagen ideal del descendiente de Abraham que debemos mostrar para mantener nuestro estatus como nación elegida (ya que no podemos señalar a la Presencia Divina).
La "vida observante" judía ha sido reconocida como problemática por el presidente de la Unión Ortodoxa, rabino Richard Joel, quien en una introducción a la revista Acción Judía hace algunos años, afirmó que hoy en día solo el 10% de los judíos ortodoxos pueden permitirse ser o mantenerse observantes (cumplidores de las normas judías). Sin embargo, él lamentablemente no entendió el punto, pues identificó el problema como la necesidad de hacer más asequible la observancia para los judíos que no son pudientes. El rabino Joel no logra reconocer que la observancia judía en la actualidad hace énfasis en lo exterior, y que depende mucho de la afluencia financiera. La accesibilidad está totalmente fuera de la ecuación. Cuando se levantó el Templo, todos los judíos pagaron la misma cantidad por su mantenimiento (medio shekel), y quienes eran pobres no quedaban excluidos de los sacrificios, ya que sus ofrendas eran pájaros, y en los festivales recibían la carne de las ofrendas de los demás. ¿La comunidad actual está ayudando a los menos favorecidos a vivir dentro de un Eruv para que puedan participar más (si es que lo hacen) en Sabbath? ¿Los niños judíos son excluidos de la escuela diaria o de la escuela hebrea si sus padres no pueden pagar la matrícula? ¿Los donantes anónimos a las federaciones judías son tratados como más meritorios (como los considera la Halachah) que aquellos que quieren que sus nombres sean vistos como "pilares", etc.? Estos problemas de la comunidad van más allá de tratar de mantenerse al día con los Cohens.
Después de 25 años de reflexión, evaluación de la comunidad judía y de nuestra tradición, e incluso de estudios profundos dentro de las Yeshivas de Jerusalén, he llegado a varias conclusiones. Una de esas conclusiones establece un rumbo que jamás pensé que tomaría. Parte de esa conclusión es que el Tercer Templo ya está construido. Específicamente, las paredes de cerámica del Haram Ash-Sharif (la Noble Montaña, el Domo de la Roca) con paredes que salieron del fuego, es a lo que el Talmud (en el tratado Berachos) se refiere cuando habla de paredes de fuego. Como me han hecho notar mis amigos anteriormente, la comunidad judía se encuentra actualmente en su exilio más largo de la historia. Por numerosas razones, he concluido que este exilio jamás terminará, como Dios nos lo dejó claro con Su mezquita en la montaña de fuego, la que Él no tiene intención de remover. La palabra fuego puede ser leída de manera literal, o como implícita o derivada. Con base en la duración de nuestro exilio, y por razones que estaré feliz de exponer si no las relato más adelante, estoy confiado en que las paredes de cerámica del Domo existente, derivadas del fuego, y entre los únicos materiales del mundo capaces de soportar el fuego, son verdaderas paredes de fuego que debemos abrazar en lugar de querer derribar. Este es mi anuncio formal de que fui a Jerusalén a la Yeshiva para convertirme en rabino, pero en lugar de eso tuve experiencias y revelaciones que me llevan hoy a declarar que soy musulmán. Declaro firmemente que no existe deidad excepto Al‑lah, y que Muhammad es Su Profeta.
Jamás olvidaré el día en que fui con algunos amigos a daven neitz en el Muro de los Lamentos, para hacer las oraciones de la mañana al amanecer, y durante las oraciones fui interrumpido por un compañero judío que me pidió Tzedakah (limosna). Le di las monedas que tenía en mi bolsillo y que tenía intención de dar más adelante. Me las devolvió y me pidió que le diera "billetes". No solo me interrumpió en un momento inapropiado (durante Shemoneh Esrei y no en los salmos anteriores, cuando se reserva dinero para caridad), sino que rechazó mi caridad y me pidió más. Cuando dejé la ciudad antigua para ir a una pizzería de camino a casa, vi a poca distancia a una mujer musulmana sentada con su mano extendida sin interrumpir a nadie, sin hablar con nadie, solo sentada. Vi a incontables compañeros judíos pasar al lado de ella sin siquiera reconocer su existencia. Me negué a hacer lo mismo y le di las monedas que aún tenía. Ella lloró y me dio las gracias en árabe. El mismo día, literalmente el mismo día, fui a una tienda árabe para comprar jugo, ya que las tiendas judías estaban cerradas en preparación para el Sabbath. Dejé accidentalmente algunos billetes en el mostrador de la tienda, y la única razón por la que sé que hice eso es porque el hijo del propietario me persiguió por varias calles para devolvérmelos. Ese Shabbat pensé largo y tendido acerca del comportamiento de mis compañeros judíos y en el de los demás descendientes de Abraham, mis primos ismaelitas que eran agradecidos y honestos.
Ese día en Jerusalén se ha convertido en muchos días de observación del mismo comportamiento, tanto en Israel como en los Estados Unidos. Eso debería hacer a todo judío preguntarse: "¿Por qué los árabes son conocidos por su hospitalidad, y los judíos por su astucia?".
Oved ben Aharon, exjudío, Estados Unidos (parte 4 de 4)
Descripción: 25 años de reflexión y evaluación de la comunidad judía y de su tradición, y estudios profundos dentro de las Yeshivas de Jerusalén, llevaron finalmente a Oved hacia el Islam. Cuarta parte: El Islam y la comunidad musulmana, el Dios verdadero y la entrada a la fe verdadera.
- Por Oved ben Aharon
- Publicado 14 Aug 2017
- Última modificación 20 Aug 2017
- Impreso: 20
- Visto: 6,693
- Clasificado por: 0
- Enviado por email: 0
- Comentado: 0
En una época en la que yo anhelaba saber si Dios redimiría al pueblo judío de nuestro exilio, mi investigación de ese tema me llevó a la respuesta de que la mayoría de los judíos del mundo dijeron que no o no les importaba, me llegó el pensamiento de que quizás la otra Mesorah (los otros descendientes de Abraham y su tradición) es realmente el mensaje que Dios quería que Abraham transmitiera. Recordemos el núcleo de ese mensaje: Existe Un Dios. ¿Y quién está proclamando hoy día, en voz alta y de forma inequívoca, que hay Un Solo Dios Verdadero? Un amigo mío en Boston me animó a visitar el sitio web de su sinagoga, y le propuso a mi familia que se mudara a su comunidad. El sitio web no tiene ninguna referencia a Dios, y en su lugar dice que la congragación es embajadora de la Torá. En contraste, el sitio web de la comunidad musulmana enfatiza que el mensaje del Islam es la existencia de Un Dios.
No solo los conversos al judaísmo se convierten por la cultura y no por Dios, sino que la entrada en el camino judío tiene un costo. Por ejemplo, la familia judía de un amigo nuestro recientemente adoptó una niña de dos años de edad y tienen que convertirla formalmente al judaísmo. La mujer es hija de un rabino muy respetado, pero para demostrar que su párvula era seria en cuanto a su conversión, tuvo que pagar una cuota de 800 dólares adicional a los gastos de viaje desde y hacia Chicago para la inmersión ritual de la conversión. Comparemos esto con la entrada al Islam, que se lleva a cabo sin ningún costo monetario, solo requiere la declaración sincera de que no hay divinidad sino solo Al‑lah y que Muhammad es Su Profeta. ¿Cuál de estos dos fue el camino de Abraham, cobrar dinero o declarar su creencia?
Durante toda mi vida, desde la juventud a la adultez, los asuntos espirituales han sido importantes para mí, y he sido inquieto en mi búsqueda de Dios. Ya no estoy inquieto, estoy agradecido porque Él ha sido paciente conmigo y me ha llevado de una forma que era necesaria para que yo aceptara y comprendiera el Islam. Es difícil para mí dejar atrás una tradición que fue mi identidad y mi vida entera, pero es así como trabaja Dios, Él les pide a Sus verdaderos fieles que se sometan a Su voluntad y dejen su vida atrás, así como lo hizo Abraham. He retado a mis amigos y a otros a evaluar objetivamente cuáles de los descendientes de Abraham están actuando como una nación sagrada, la nación de Sabras (Israel), compuesta de una cultura de ateísmo militante e inmoralidad; o la nación de las dos mezquitas, compuesta de una cultura y una vida gobernadas por la voluntad de Dios como fue revelada en el Corán. Reto a mis amigos a evaluar quiénes de entre los hijos de Abraham visten y actúan con modestia, simplemente vayan a un zoológico en un área metropolitana grande y comparen a las mujeres que cubren su cabello ya sea con el sheitel (peluca) o con el hiyab, y vean quién se lo pone de forma arrogante como símbolo cultural de la modestia, pero vistiendo una falda corta y ropa ajustada. Reto a mis amigos a evaluar objetivamente cuáles de los hijos de Abraham siguen la advertencia de Dios de no oprimir a su hermano, la congregación que cobra miles de dólares por la membresía o de lo contrario no se le concederá un asiento durante las fiestas, o la congregación donde las oraciones de los pobres son preferidas por Dios. Para un ejemplo diario sobre no oprimir al hermano, miremos los costos de la comida kosher que pueden devastar económicamente a los judíos más devotos. Nuestro padre Abraham se avergonzaría de leer la edición de junio/julio de 2013 de la revista Hadassah, uno de cuyos artículos pone de relieve el camino del arcoíris a Tel Aviv, Israel, como la capital homosexual de Oriente Medio con su actitud de "así es la vida".
Hay numerosos ejemplos que pueden darse, pero sin duda mis amigos ignorarán el comportamiento predominante de la comunidad musulmana mundial, y se enfocarán en su lugar en ese 0,00000005% de fundamentalistas que ignoran la voluntad de Al‑lah, Quien dice en el Corán que no cabe coacción en la religión. Los reto a todos a detenerse, hacer una pausa y evaluar con seriedad su comunidad y su posición con Dios, y a evaluar la posición del pueblo y la nación judíos con Dios. Aléjense de la Mesorah desviada que ha llevado a Israel a convertirse en la nueva Sodoma y Gomorra, y retírense de la Mesorah desviada que ha hecho de las fiestas judías y los festivales de Sabbath una muestra de glotonería y derroche con numerosos juegos de platos de comidas excesivamente costosas. La auténtica Mesorah de Abraham todavía existe hoy en día, y esa nación se prosterna cinco veces al día en oración para proclamar que solo hay Un Dios, la misma nación que acepta sobre sí un ayuno de un mes de duración, para recordarnos que los pobres a menudo sufren hambre, pero que Dios ama a los pobres y sus oraciones. Sé valiente y aléjate tú mismo (Lekh Lekha) de la Mesorah desviada de la indulgencia donde la "elegibilidad" está definida por los logros materiales y culturales, y sométete a Dios. Haz a un lado los costosos Tefillin y Tallitot, que Dios no te exige para la oración. La oración no se limita a aquellos que pueden costearse los artículos rituales, ni a aquellos que pueden costearse vivir en un área donde pueden reunirse 10 judíos para la oración. Dios quiere tus oraciones, no importa dónde estés ni con cuántos te reúnas.
Durante años nunca pensé en convertirme al Islam, porque los rabinos y otras personas me habían dicho que el Islam no acepta que judíos se conviertan. Pero un día vi un documental en Al Jazeera acerca de Muhammad Assad, cuyo nombre anterior era Leopold Weiss, un judío alemán que se convirtió al Islam. Esto me intrigó y comencé a estudiar el Islam, y encontré que no es lo que los medios y otros dicen que es. El punto de quiebre para mí fue escuchar la historia del ascenso de Muhammad al cielo, cuando Al‑lah le informó que la oración es obligatoria, y que Muhammad y sus seguidores debían orar 50 veces al día. Cuando Muhammad regresó, lo detuvo el Profeta Moisés, mi Profeta, quien le dijo que eso era demasiado, que a él le había costado mucho lidiar con Israel para que cumplieran con sus oraciones obligatorias, y que debía regresar con Al‑lah para que redujera el número de oraciones a fin de no sobrecargar a la gente. Reconocí la voz de Moisés, su personalidad de discutir con Dios, y no tuve duda en mi mente de que esta conversación entre Moisés y Muhammad ocurrió realmente. Cuando decidí decir la Shahada, la declaración de que no existe deidad excepto Al‑lah, y que Muhammad es Su Profeta, mi alma regresó a lo que siempre supo que era la verdad.
Agregar un comentario