Kareem Abdul-Jabbar, jugador de baloncesto, EEUU
Descripción: Famoso por sus clavadas y su “gancho desde el cielo”, Kareem Abdul-Jabbar descubre el otro lado de la vida, la espiritualidad, y acepta el Islam.
- Por Anónimo
- Publicado 27 Apr 2009
- Última modificación 27 Apr 2009
- Impreso: 193
- Visto: 14,044 (promedio diario: 2)
- Clasificado por: 0
- Enviado por email: 1
- Comentado: 0
Reconocido por muchos jugadores como el más grande jugador de baloncesto de todos los tiempos, votado seis veces como el jugador más valioso de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA), Kareem Abdul-Jabbar es también uno de los más visibles musulmanes en la arena pública norteamericana. El nativo de la parte alta de Harlem, de 2.18 m de altura, nacido como Ferdinand Lewis Alcindor, debutó jugando para UCLA antes de entrar a la NBA con los Milwaukee Bucks en 1969. Alcindor luego se fue a los Los Angeles Lakers. Él era tan dominante en el baloncesto universitario que los “clavados”, en los cuales era excelente, fueron formalmente prohibidos en el deporte intercolegial. Como resultado, Lew Alcindor desarrolló el tiro por el cual él es personalmente el más famoso: el “Sky Hook” o “gancho desde el cielo”, que ha sido llamado el disparo que cambió el baloncesto, y con la ayuda del cual él iba a marcar más de 38.000 puntos en juegos de temporada regular de la NBA. Cuando Milwaukee ganó el título de la NBA en 1970-71, Alcindor, quien para ese entonces era Kareem Abdul-Jabbar, fue aclamado el rey del baloncesto.
Lew Alcindor aprendió por primera vez del Islam de Hammas Abdul Khaalis, un antiguo baterista de Jazz... De acuerdo con su propio testimonio, él había sido criado para tomar la autoridad seriamente, ya fuera la de las monjas, profesores o entrenadores, y en ese espíritu él siguió las enseñanzas de Abdul Khaalis. Fue por él que Alcindor recibió el nombre Abdul Kareem, luego cambiado a Kareem Abdul-Jabbar, literalmente “el noble sirviente del Todopoderoso”. Pronto, sin embargo, él decidió aumentar las enseñanzas recibidas de Abdul Khaalis con su propio estudio del Corán, para lo cual se propuso aprender árabe básico. En 1973 viajó a Libia y Arabia Saudita para tener una mejor comprensión del idioma y para aprender más acerca del Islam. Abdul-Jabbar no estaba interesado en hacer la clase de declaración pública acerca de su Islam que él sintió que Muhammad Ali tuvo que hacer en su oposición a la guerra de Vietnam, deseando simplemente identificarse calladamente él mismo como un Afro Americano que también era musulmán. Él declaró claramente que su nombre Alcindor era un nombre de esclavo, literalmente, aquel del tratante de esclavos que había tomado a su familia lejos de África Occidental hacia Dominica y de allí hasta Trinidad, de donde ellos fueron traídos a Norteamérica.
[…] Kareem Abdul-Jabbar afirma su identidad como un musulmán Sunita. Él profesa una fuerte creencia en lo que llama el Ser Supremo y tiene claro su entendimiento de que Muhammad es Su profeta y que el Corán es la revelación final…
....Por su parte, Kareem acepta su responsabilidad de vivir una vida islámica tan buena como se le sea posible, reconociendo que, dentro de los límites del Islam, es capaz de cumplir con los requerimientos de ser un atleta profesional en Norteamérica.
Extractos de su libro Kareem
Los siguientes son extractos del segundo libro que él escribió acerca de su carrera en el baloncesto, Kareem, publicado en 1990[1], contando sus razones de por qué fue llevado hacia el Islam:
[Creciendo en Norteamérica] eventualmente me di cuenta de que... emocionalmente, espiritualmente, yo no podía darme el lujo de ser un racista. A medida que me volvía mayor, gradualmente superé la etapa de creer que negro fuera lo mejor o lo peor. Simplemente lo era. El hombre negro que tuvo la mayor influencia sobre mí fue Malcolm X. Yo había leído "Muhammad Habla", el periódico musulmán negro, pero incluso a principio de los sesenta, su marca de racismo era inaceptable para mí. Contenía la hostilidad idéntica que el racismo blanco, y para todo lo que mi rabia y resentimiento significaba, yo entendí que la rabia puede hacer muy poco para cambiar algo. Es tan solo una espiral negativa continua que se alimenta de ella misma, y ¿quién necesita eso?
… Malcolm X era diferente. Él hizo un viaje a La Meca y se dio cuenta de que el Islam acogía a la gente de todos los colores. Él fue asesinado en 1965 y, aunque no conocía mucho de él en ese entonces, su muerte me golpeó fuerte porque yo sabía que él estaba hablando del orgullo negro, acerca de la autoayuda y de levantarnos a nosotros mismos. Y a mí me gustaba su actitud de no sumisión.
…La autobiografía de Malcolm X salió en 1966, cuando yo era un estudiante de primer año en la UCLA, la leí justo antes de mi cumpleaños diecinueve. Dejó en mí una impresión mayor a la de cualquiera otro libro que yo hubiera leído antes, me dio la vuelta totalmente. Empecé a mirar las cosas de manera diferente, en lugar de aceptar el punto de vista dominante.
…[Malcolm] abrió la puerta a la real cooperación entre las razas, no simplemente la cosa superficial y paternalista. Él estaba hablando acerca de gente real haciendo cosas reales, el orgullo negro y el Islam. Simplemente me agarré de ello. Y nunca he mirado atrás.
Entrevista con TalkAsia[2]
SG[3]: Antes de Kareem Abdul-Jabbar era Lew Alcindor. Kareem Abdul-Jabbar nació como Lew Alcindor, y ahora se ha convertido al Islam. Algo que él dice fue una decisión espiritual muy profunda. Cuénteme un poco acerca de su propio viaje personal, de Lew Alcindor a Kareem Abdul-Jabbar. ¿Hay todavía algo de Lew Alcindor en usted hoy?
KA[4]: Bueno usted sabe que él fue aquello como yo empecé mi vida. Yo aún soy el hijo de mis padres, sigo siendo... mis primos aún son lo mismos. Yo aún soy yo, sin embargo. Pero tomé una decisión. (SG: ¿Te sientes diferente? ¿Es un sentimiento diferente cuando tomas para ti un nombre diferente, una persona diferente?) Realmente no lo creo... Yo creo que tiene que ver más con la evolución: evolucioné en Kareem Abdul-Jabbar; no tengo ningún remordimiento acerca de quién yo era, pero este es quien soy ahora.
SG: Y un viaje espiritual, ¿qué tan importante fue eso?
KA: Bueno, como un viaje espiritual, no creo que hubiera sido capaz de ser tan exitoso como fui como atleta si no fuera por el Islam. Me dio un ancla moral, me permitió no ser materialista, me permitió ver lo que era más importante en el mundo. Y todo ello fue reforzado por las personas, personas muy importantes para mí: el entrenador John Wooden, mis padres, todos reforzaron aquellos valores. Y esto me permitió vivir mi vida en cierta forma y no distraerme.
SG: Cuando usted acogió al Islam, ¿fue difícil para otras personas aceptarlo? ¿Creó eso distancia entre usted y otros?
KA: En la mayor parte lo fue. Yo no traté de hacerlo difícil para la gente; no quería ser resentido. Solo quería que las personas entendieran que yo era musulmán y que sentía que eso era lo mejor para mí. Si ellos podían aceptar eso, yo podía aceptarlos a ellos. Yo no… no se trataba de que si tú ibas a ser mi amigo tenías que ser musulmán también. No, no era así. Yo respeto las decisiones de la gente así como espero que ellos respeten mis decisiones.
SG: ¿Qué le pasa a una persona cuando toma otro nombre, otra persona, si se puede decir así? ¿Qué tanto cambió usted?
KA: Esto me hizo más tolerante, porque tuve que aprender a entender las diferencias. Usted sabe que yo era diferente, la gente a veces no entendía de dónde yo venía, ciertamente luego del 9/11 tenía que explicarme a mí mismo...
SG: ¿Hubo alguna reacción violenta contra las personas como usted? ¿Sintió eso?
KA: No sentí una reacción violenta necesariamente, pero ciertamente sentí que una cantidad de personas pudieron haber cuestionado mi lealtad o cuestionaban cuál era mi posición, pero yo sigo siendo un norteamericano patriota...
SG: Para una gran cantidad de norteamericanos negros, convertirse al Islam fue una decisión igualmente política. ¿Fue así para usted?
KA: Eso no fue parte de mi viaje. Mi decisión de escoger el Islam no fue una declaración política; fue una declaración espiritual. Lo que aprendí acerca de la Biblia y del Corán me hizo ver que el Corán fue la siguiente revelación del Ser Supremo, y decidí interpretar eso y seguirlo. Yo no creo que eso tuvo nada que ver con tratar de encasillar a nadie y negarles la habilidad de practicar como ellos mejor lo crean. El Corán nos dice de los judíos, cristianos y los musulmanes: se espera que los musulmanes traten a todos ellos en la misma forma porque todos nosotros creemos en los mismos profetas, y el Paraíso y el Infierno serán los mismos para todos nosotros. Y eso es de lo que supuestamente se trata.
SG: Y sido muy influyente en su escritura también.
KA: Sí, lo ha sido. La igualdad racial, y justo lo que yo experimenté creciendo como un niño en Norteamérica, realmente me afectó para experimentar el Movimiento por los Derechos Civiles, y ver a la gente arriesgar sus vidas, ser golpeados, ser atacados por perros, ser bañados con mangueras contra incendios en la calle, y aún así escogiendo la protesta no violenta y muy valiente para confrontar la discriminación. Fue extraordinario, y ciertamente me afectó de una manera muy profunda.
Footnotes:
[1]Random House (Mar. 24, 1990). ISBN: 0394559274.
[2]Kareem Abdul-Jabbar Transcripción de TalkAsia. Fecha de emisión Julio 2, 2005. (http://www.cnn.com/2005/WORLD/asiapcf/07/08/talkasia.jabbar.script/index.html?eref=sitesearch)
[3]S.G.: El conductor, Stan Grant.
[4]KA: El invitado, Kareem Abdul-Jabbar.
Agregar un comentario