Laurel Hill, excristiana, Estados Unidos
Descripción: Mi vida hacia el Islam.
- Por Laurel Hill
- Publicado 09 Feb 2015
- Última modificación 09 Feb 2015
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"La gente en Occidente tiene dificultades para familiarizarse con el Islam porque desde los días de las cruzadas cristianas ha habido ya sea conspiración o silencio, o una perversión deliberada de los asuntos islámicos" (Muhammad John Webster, Presidente de la Misión Musulmana Inglesa. Extracto de un sitio web islámico donde él publicó cómo se hizo musulmán).
¡Cuán cierto! Cuando yo estaba tratando de obtener material escrito sobre el Islam en 1990 (la época antes del internet) no puede hallar nada que estuviera bien o favorablemente escrito. Todo parecía estar inyectado con veneno, suficiente para hacerlo repulsivo a los occidentales.
Si eres musulmán no puedes realmente tomar el crédito por ser musulmán, pues todos hemos sido elegidos y guiados hacia el Islam por Dios a través de experiencias y personas milagrosas.
Dios elige a quien Él quiere, cuando Él quiere y como Él quiere. ¡Subhan Al-lah![1] Dios es perfecto.
"Dios convoca a la morada de la paz y guía a quien quiere por el sendero recto". (Corán 10:25)
Al‑lah (el nombre de Dios en árabe, que no tiene atributos masculinos ni femeninos) es Amable, Misericordioso y Perdonador, y Él ha sido extremadamente paciente conmigo...
Desde que tengo memoria, he creído en Dios. A los cinco años de edad, oré para que nuestro pequeño Chihuahua fuera al cielo. Nadie me impulsó a ello, yo estaba sola. Cuando tenía ocho años, recuerdo rezar con lágrimas para que mi hermano menor, John, nunca fuera enviado a la guerra, no podía soportar la idea de que muriera de esa forma. Esa oración me fue concedida, Alhamdu lil-lah (gracias a Dios).
De pequeña fui Brownie y Girl Scout. Amaba a los animales y el aire libre. No tuve juguetes, tuve un Collie y dos ranas de mascotas, y una salamandra, y pasaba mis días a campo abierto paseando por nuestros cuatro acres y medio en un pueblito llamado Diamond Springs, que se encuentra en las laderas de las montañas de Sierra Nevada en el norte de California. Tengo recuerdos maravillosos de esa época de mi vida y de ese lugar. Me deleitaba en la naturaleza y, aunque no lo sabía, Dios me estaba hablando a través de los colores espléndidos de las hojas de roble que yo recogía como gemas. Para mí, ellas eran tesoros de esmeraldas, topacios y rubíes.
"Por cierto que evidencio la guía". (Corán 92:12)
Y:
"Tu Señor les inspiró a las abejas: ‘Habiten en las moradas que hayan construido en las montañas, en los árboles y en las que la gente les construya’". (Corán 16:68)
Mis días al sol tuvieron un giro abrupto y dramático de eventos cuando mi madre se divorció de mi padrastro. Yo tenía trece años. Fue algo abrupto y me adapté, pero enterré muchísimos sentimientos. Nos fuimos a vivir a una ciudad cercana, a un apartamento pequeño pero agradable. Hice nuevos amigos y pude visitar mi Collie, que había sido enviado con mi hermana, pero mi vida no fue muy feliz durante un largo tiempo.
Mi madre nos educó para creer en Dios y la creación. Ella nos enseñó a no maldecir ni a usar el nombre del Señor en vano. Juzgar a la gente era pecado, al igual que mentir y robar. Mi madre es una persona muy moralista, me enseñó muchos valores buenos. Nunca hubo una Biblia en nuestra casa ni se nos llevó a ninguna iglesia, no fuimos adoctrinados en ninguna religión, lo que quizás no fue tan malo. Desde una perspectiva islámica, estábamos perdiendo mucha guía religiosa. Con esto quiero decir que si hubiera sido criada dentro del Islam, de seguro habría evitado muchas trampas en las que caí.
Siendo adolescente en la década de 1970 y criada por una madre trabajadora soltera, pasaba mucho tiempo en la casa a solas con mi hermano, sin supervisión. Infortunadamente en los Estados Unidos, la cultura de las drogas, se considera bastante aceptable hacer una serie de cosas que están prohibidas por el Islam. Subhan Al-lah. Yo sé que si hubiéramos tenido una figura paterna cerca a quien responderle y quien ofreciera consuelo, en lugar de solo nuestra madre que tenía suficientes preocupaciones por cuenta propia, como pagar las cuentas, preguntarse cuánto más aguantaría su carro, etc., la vida habría sido diferente. Ella hizo una gran labor, considerando todo lo que tuvo que enfrentar. Nunca nos faltó nada ni nos veíamos ni sentíamos pobres, pero no debió ser nada fácil para ella. Han pasado treinta años y las mujeres aún no ganan los mismos salarios que los hombres por hacer el mismo trabajo. El sistema estadounidense permitió que los padres de los hijos de mi madre la abandonaran para que luchara sin recursos. Sobra decir que desde muy joven me hice feminista…
Así que te estás preguntando cómo fue que Dios me guio. Permíteme explicarlo planteando algunas preguntas:
¿Por qué tuvimos vecinos musulmanes que siempre eran amables y sonrientes, cuando nunca antes habíamos conocido a ningún musulmán? Para mostrarnos cómo se comportan los buenos musulmanes. ¿Por qué me salvé en un horrible accidente de autos? Porque mientras mi carro estaba en el aire, volando fuera de la vía nueve metros por un terraplén y aterrizando entre dos bloques de cemento entre un caño, le supliqué a Dios y Él me escuchó. Estoy convencida de que los ángeles cambiaron el rumbo del carro en pleno vuelo, porque la forma en que aterrizó resulta aerodinámica y físicamente imposible de acuerdo a la forma en que se salió de la vía. ¡Estaba en una dirección completamente distinta! No sufrí ninguna contusión, no me rompí ningún hueso, apenas me hice un rasguño. El accidente fue tan extraordinario que me hicieron radiografías de todo el cuerpo. ¿Qué provocó que mi madre nos trasladara de California a Carolina del Norte cuando yo tenía 20 años? Fue allí donde compré una casa, me hice cristiana y erradiqué definitivamente el alcohol de mi vida. ¿Por qué en todas partes donde trabajaba siempre conocía y hacía amistad con una buena persona religiosa? Porque yo quería y necesitaba orientación y Dios nos reunía. ¿Por qué siempre terminaba en los círculos bíblicos en todas partes? Ese fue un paso hacia la verdadera religión. ¿Por qué comencé a buscar a Dios, leer la Biblia, y me uní a una iglesia? Era el plan de Dios: yo tenía que experimentar la religión equivocada a fin de reconocer después la religión verdadera.
Quisiera decirte algo: si estás en una religión que te enseña a "rezar en el nombre de Jesús" o que te ha adoctrinado para que creas que Jesús es el Señor o Dios o el Hijo de Dios, o que Dios es parte de una Trinidad, entonces estás en un peligro grave, aléjate de esa religión; estás cometiendo un pecado imperdonable llamado Shirk (un concepto árabe que significa asociar a otros como si tuvieran el mismo poder que Dios). Este pecado también se menciona en el Antiguo Testamento; conoces la famosa escritura donde Dios dice: "Él es un Dios celoso… y no pongas rivales contra Él".
"Quienes dicen: ‘Dios y el Mesías hijo de María son una misma persona" niegan la verdad, porque el mismo Mesías dijo: ‘¡Oh, Hijos de Israel! Adoren solo a Dios, que es mi Señor y el suyo’. A quien atribuya actos de adoración a otros además de Dios, Él le vedará el Paraíso y su morada será el Infierno". (Corán 5:72)
"Quienes dicen: ‘Dios es una de las tres personas de la trinidad’ niegan la verdad, porque no hay más que una sola divinidad. Si no desisten de sus palabras, un castigo doloroso azotará a quienes se obstinan en negar la verdad". (Corán 5:73)
Cuando tenía 25 años me uní a la Iglesia Metodista Unida y allí aprendí muchas cosas. Primero, aprendí que la Biblia era un desastre confuso, contiene muchas contradicciones y errores flagrantes; incluso los eruditos judíos, cristianos y musulmanes se han reunido y han discutido este hecho abiertamente. Hoy día, la Biblia se enseña como una obra literaria y no como la palabra de Dios en seminarios por todo Estados Unidos.
Yo era una nueva cristiana seria, quería llevar una vida pura, pero pronto me hallé orando en el nombre de Jesús, y no sabía entonces que estaba cometiendo un pecado imperdonable. El pastor lideraba las oraciones y siempre decía: "En el nombre de Cristo oramos, amén…", y yo lo aceptaba, ¡nunca pensé que una iglesia pudiera llevarme al Infierno!, pero así fue. Las ideas que estaba absorbiendo, como me di cuenta más tarde cuando indagué por mí misma, ¡no estaban en la Biblia! Que los líderes de las iglesias y los cristianos continúen promoviendo esas ideas es peligroso y loco. Rezar en el nombre de Jesús, Jesús es Dios o el Hijo de Dios, o parte de la Trinidad, esas son ideas que no se encuentran en la Biblia.
Desde hace mucho tiempo los eruditos religiosos e historiadores han estado de acuerdo en que muchas de las escrituras antiguas auténticas se han perdido o partes de ellas han sido extraviadas o robadas, y en algunos lugares se han añadido o quitado cosas. Dios menciona esto en el Corán, y de hecho el Corán fue enviado para rectificar todos los cambios que se hicieron con el tiempo sobre Sus revelaciones anteriores.
"No te he revelado el Libro [¡oh, Muhammad!] sino para que les aclares aquello sobre lo que discrepaban, como guía y misericordia para los creyentes". (Corán 16:64)
Así que, después de haber pasado por todo esto, Dios puso a un musulmán en mi camino. Él estaba ayunando (era Ramadán de 1990) y la primera charla que tuvimos fue sobre religión. Me impactó que él llevara todo el día sin comer ni beber. "¿No te puedes comer ni siquiera una menta? ¿Ni un chicle?", le pregunté. Luego, cuando vi cómo rezan los musulmanes, pensé que era muy hermoso, muy apropiado, muy respetuoso, y reconocí que esa era la forma en que Jesús rezaba, como está descrito en el Nuevo Testamento. Él estaba descalzo, después de haber hecho sus abluciones, y se inclinó y se postró.
Cuando descubrí que los musulmanes creen que Jesús fue solo un Profeta y no un dios ni el hijo de un dios ni parte de una trinidad, y que no fue crucificado sino que crucificaron a alguien similar, supe que había encontrado las respuestas que estaba buscando. Entonces, cuando aprendí que el Islam prohíbe el alcohol y todos los intoxicantes, quedé convencida de que esa es la forma en que Dios quiere que vivamos. Y abracé el Islam.
Me casé con el musulmán que Dios puso en mi camino un año después y juntos dejamos los Estados Unidos para vivir en su país, en Yida, Arabia Saudita. Escribí un libro sobre cultura occidental e Islam y lo publiqué en 1998. Desde que dejé los Estados Unidos, he obtenido un título universitario y un certificado de escritura a través de la Universidad Estatal de Penn. ¡Subhan Al-lah!
Pie de página:
[1] Esto significa: Lejos está Dios de toda imperfección. Se utiliza cuando uno quiere expresar su alegría o sorpresa con respecto a algo.
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