Lo que dice el Islam acerca de los niños (parte 1 de 5): Dios garantiza los derechos de los niños
Descripción: Incluso antes de nacer, los derechos del niño son respetados.
- Por Aisha Stacey (© 2015 IslamReligion.com)
- Publicado 02 Mar 2015
- Última modificación 18 Feb 2024
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El Islam es una religión revelada por Dios para todos los pueblos, en todos los lugares y todas las épocas. Como tal, el Islam es accesible para toda persona y es particularmente consciente de la importancia del respeto, los derechos y las responsabilidades. Las palabras del Corán y las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) contienen los derechos y responsabilidades otorgados por Dios a la humanidad. Ellos no están sujetos a los caprichos y deseos de los hombres o las mujeres y, por lo tanto, no cambian. Estos derechos únicos mencionados en el Islam incluyen también los derechos de los niños. Los derechos de los niños no están garantizados por los actos de sus padres, sus comunidades ni sus gobiernos. Dios Mismo garantiza los derechos de los niños.
El Islam establece un marco jurídico y encarna un código de ética diseñados para proteger los derechos de un individuo, incluyendo su derecho a vivir en una sociedad segura. Para los niños, la seguridad es de suma importancia. Los derechos de los niños comienzan incluso antes de nacer; de hecho, ellos comienzan antes de la concepción. El Corán y las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad dejan en claro que dos personas no deben casarse de forma descuidada; se necesita una gran cantidad de reflexión y preparación antes de que un hombre y una mujer se comprometan el uno con el otro y con la familia que pueda resultar de su unión. Se escuchó al Profeta Muhammad decir: "Pueden casarse con una mujer por cuatro razones: su riqueza, su linaje, su belleza y su compromiso religioso. Cásense con la que esté comprometida religiosamente".
Si un hombre y una mujer dedican sus vidas a adorar y complacer a su Creador, entonces los derechos de los niños que tengan estarán automáticamente garantizados. Adorar a Dios significa obedecer Sus mandamientos, y Sus mandamientos incluyen asegurar los derechos de los niños. Al casarse en lugar de tener una relación ilícita, la pareja ya ha comenzado a asegurar los derechos de sus futuros niños. Un niño tiene el derecho a conocer y entender su linaje.
Una vez el bebé es concebido, tiene derecho a la vida, el Corán deja muy claro que toda vida es sagrada. No es permisible terminar un embarazo por temor a no ser capaz de mantener financieramente al niño o a otro hijo; es Dios Quien es el Proveedor y Sustentador de todas las vidas.
"...no matarán a sus hijos por temor a la pobreza, Yo me encargo de su sustento y el de ellos". (Corán 6:151)
Al tomar la decisión de terminar un embarazo, es importante recordar que tener un bebé es una bendición de Dios, y tales bendiciones deben ser aceptadas con alegría y gratitud. Hay mucha gente en el mundo actual que no es capaz de tener hijos; por lo tanto, cuando Dios bendice a una familia con uno, ello debe ser motivo de celebración y felicidad. Sin embargo, los niños no son juguetes ni posesiones, con ellos viene una gran responsabilidad.
El Corán y las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) hablan claramente acerca de la responsabilidad que viene con la crianza de un hijo. Es una obligación para los creyentes criar y cuidar a los niños formándolos como seres humanos morales y rectos, seguros en el conocimiento de que son miembros valiosos de la raza humana y de sus familias en particular. Descuidar este deber puede llevar potencialmente a una persona lejos del camino de la rectitud y lejos de Dios.
"¡Oh, creyentes! Protéjanse a sí mismos y a sus familias del Fuego [del Infierno], cuyo combustible serán los seres humanos y las piedras, y en el que habrá ángeles rigurosos y severos que no desobedecen a Dios en lo que Él les ordena, sino que ejecutan Sus órdenes". (Corán 66:6)
El Profeta Muhammad dijo: "Cada uno de ustedes es un pastor, y cada uno de ustedes es responsable de su rebaño. El gobernante es un pastor y es responsable de su rebaño. Un hombre es el pastor de su familia y es responsable de su rebaño. Una mujer es la pastora de la casa de su esposo y es responsable de su rebaño"[1].
Cuidar y criar a los niños de forma apropiada es un deber para los padres y no siempre es fácil, de hecho, Dios nos recuerda en el Corán que los niños pueden ser una gran prueba para sus padres. Los triunfos y tribulaciones de la vida son una prueba, y los niños no son una excepción. Ellos pueden brindarnos mucha alegría, y a veces pueden darnos mucha tristeza también. Dios, en Su sabiduría infinita, nunca deja a un ser humano solo e incapaz de enfrentar las pruebas de la vida.
"Sus bienes materiales y sus hijos son una tentación, pero Dios tiene junto a Sí una recompensa grandiosa". (Corán 64:15)
Seguir las enseñanzas del Islam le permite al creyente enfrentar todos los eventos de la vida, incluyendo las pruebas, las tribulaciones y los triunfos. El consejo islámico correcto para la crianza y la educación de los hijos cubre todos los aspectos de la vida, tal como el Islam en sí mismo, que es un consejo integral. El bienestar físico, emocional y espiritual son de igual importancia. Es interesante notar que el Islam siempre ha cubierto los derechos de los niños, la visión islámica de la infancia declara que ella es un período único en la vida del individuo[2]. Esto está en marcado contraste con la ideología occidental europea en la que el concepto de infancia no fue abordado hasta el siglo XVI[3]. No es que Occidente no tuviera niños o gente joven, sino que los consideraban como adultos pequeños, con las mismas necesidades y los mismos deseos que los adultos.
A lo largo de la historia islámica y en la literatura islámica, los derechos y responsabilidades relacionadas con los niños están muy claros. Los padres, familias y comunidades tienen ciertas responsabilidades hacia los niños. Muchas de ellas son obligatorias, y en el Día del Juicio Dios les preguntará a los adultos acerca de su trato hacia los niños.
El erudito islámico Shaij Uzaimin (Dios ello tenga en Su misericordia) describió a los niños como un préstamo que Dios les hace a los padres. También dijo que los niños deben estar bien alimentados, bien peinados y vestidos apropiadamente según la estación y para una buena apariencia. Los niños tienen derecho a la educación, el aprendizaje religioso y la guía espiritual. Sus corazones deben llenarse con fe y sus mentes entretenidas con guía, conocimiento y sabiduría apropiados. Con ello en mente, la siguiente serie de artículos nos guiará a través del cuidado de los niños en el Islam.
Lo que dice el Islam acerca de los niños (parte 2 de 5): Los niños son bendiciones, no posesiones
Descripción: Preparándose para el nacimiento de un niño.
- Por Aisha Stacey (© 2015 IslamReligion.com)
- Publicado 09 Mar 2015
- Última modificación 09 Mar 2015
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El Islam es una religión integral que cubre todos los aspectos de la vida. Las necesidades espirituales, emocionales y físicas son tratadas con equidad, una no es más importante que las otras; de hecho, para que una persona sea espiritualmente sana, debe preocuparse por sus necesidades emocionales y físicas. Esto no está restringido a los adultos, los derechos y necesidades de los niños son de suma importancia. Como descubrimos en el artículo anterior, los derechos de los niños entran en juego incluso antes de la concepción.
Cuando un hombre y una mujer toman la decisión de casarse y comenzar una familia, están asegurando los derechos de sus futuros hijos. El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) aconsejó a sus compañeros y a todos los creyentes que hicieran la siguiente súplica antes de tener relaciones sexuales:
"¡Comienzo en el Nombre de Dios! ¡Oh, Dios! Protégeme de Satanás y protege lo que nos brindes (nuestra descendencia) de Satanás"[1].
Una vez es concebido un hijo, es importante recordar que se trata de un préstamo que nos hace Dios. A pesar de que el niño es, sin duda, una bendición, no es una posesión. Él o ella tienen derechos otorgados por Dios, que deben ser cumplidos. A lo largo del embarazo, los futuros padres deben tener cuidado en prepararse para la nueva llegada. La madre debe cuidarse de comer la comida correcta, tomar la cantidad requerida de descanso, y buscar ayuda médica cuando sea necesaria. Prepararse para el nacimiento también incluye alabar a Dios y buscar Su ayuda.
"¡Señor mío! Concédeme una descendencia piadosa, Tú escuchas los ruegos". (Corán 3:38)
"Él es Quien los creó a partir de un solo ser, del cual hizo surgir a su cónyuge para que encontrara en ella sosiego. Y cuando se unió a ella, quedó embarazada y llevó en su vientre una carga liviana con la que podía andar, pero cuando ésta se hizo pesada, ambos invocaron a Dios [diciendo]: "¡Oh, Señor nuestro! Si nos agracias con un hijo sano y virtuoso seremos agradecidos". (Corán 7:189)
"¡Oh, Señor nuestro! Agrácianos con cónyuges y descendientes que sean un motivo de alegría y tranquilidad para nosotros, y haz que seamos un ejemplo para los que tienen temor [de Dios]". (Corán 25: 74)
Los musulmanes creen que todos los niños nacen sometidos a Dios, es decir, que nacen con una inclinación innata a amar y adorar solo a Dios. En sus tradiciones, el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dejó esto muy en claro, él dijo que todo niño nace con su naturaleza verdadera (el Islam) y que puede que sus padres elijan para él o ella una religión diferente a la sumisión al Dios Único[2].
El nacimiento de un bebé es causa de mucha felicidad y celebración. En el Islam no hay preferencia por los niños ni las niñas. El Corán dice que tanto hombres como mujeres fueron creados de una sola persona (Adán) y que son iguales, excepto en términos de piedad y rectitud.
"¡Oh, seres humanos! Tengan temor de su Señor, Quien los ha creado de un solo ser [Adán], del que creó a su cónyuge [Eva] e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres". (Corán 4:1)
El Islam fue revelado en un momento en el que los árabes practicaban el infanticidio y a menudo enterraban a sus bebés de sexo femenino con vida. Esta era una práctica ignorante, y el Profeta Muhammad afirmó categóricamente que las niñas son una bendición y que criarlas para que sean creyentes piadosas es una fuente de gran recompensa.
"Cuando se le anuncia a uno de ellos [el nacimiento de] una niña, se refleja en su rostro la aflicción y la angustia por lo que se le ha anunciado, se esconde de la gente avergonzado y duda si la dejará vivir a pesar de su deshonra o la enterrará viva. ¡Qué pésimo es lo que hacen!" (Corán 16:58-59)
También hemos aprendido mucho sobre la visión islámica de los niños de la amada esposa del Profeta Muhammad, Aisha. Tradiciones narradas por ella muestran claramente que los niños no deben ser preferidos por sobre las niñas, y que criar hijas es una fuente de grandes recompensas.
"Una mujer con sus dos hijas acudió a mí (Aisha) pidiéndome limosna, pero me encontró sin nada más que un dátil que le di, y ella lo dividió entre sus dos hijas y no comió nada, luego se levantó y se fue. En seguida vino el Profeta y le conté esta historia. Él dijo: ‘Quien es puesto a prueba teniendo que criar hijas y las trata generosamente (con benevolencia), esas hijas le servirán de escudo del fuego del Infierno’"[3].
"Cuando un niño nacía entre ellos, Aisha nunca preguntaba si era niño o niña. En lugar de ello, preguntaba: ‘¿Es un bebé sano (y sin defectos)?’ Si se le decía que sí, decía: ‘Todas las alabanzas son para Al‑lah, Señor de todos los mundos’".
Cuando llega el gran día, una nueva vida se une al mundo imperfecto. El bebé es puesto en las manos de sus padres y se hace acreedor a más derechos. El Islam establece muy claramente que hay formas de darles la bienvenida y de tratar a los bebés y a los niños. Ellos tienen derecho a que sus necesidades físicas y emocionales sean satisfechas, y a que se les enseñe cómo adorar, amar y mantener una conexión con Dios.
A los padres, la familia extensa, los tutores y la comunidad musulmana en conjunto se les ha confiado una pequeña vida completamente dependiente de sus cuidadores para que la protejan y cuiden. Para muchos niños, el mundo está inmerso en el terror; el hambre, el dolor, el sufrimiento, la tortura, el abuso sexual y otros horrores son realidades de la vida. Cuando sus pequeños intentos de alcanzar la comodidad son rechazados o sus gritos son silenciados, Dios está observando y los ángeles están registrando.
En la tercera parte expondremos las formas de darle la bienvenida al mundo y al Islam a un recién nacido.
Lo que dice el Islam acerca de los niños (parte 3 de 5): Dándole la bienvenida al recién nacido
Descripción: Las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad benefician a los niños y la comunidad.
- Por Aisha Stacey (© 2015 IslamReligion.com)
- Publicado 09 Mar 2015
- Última modificación 09 Mar 2015
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Una de las obligaciones más importantes en el Islam es que los padres amen y alimenten a sus hijos. Los niños tienen el derecho a ser protegidos y el derecho a aprender cómo adorar y obedecer a Dios. Como se expuso anteriormente, los derechos de los niños entran en juego incluso antes de su concepción y nacimiento, y Dios advierte a los seres humanos que se protejan a sí mismos y a sus familias del tormento del fuego.
"¡Oh, creyentes! Protéjanse a sí mismos y a sus familias del Fuego [del Infierno]". (Corán 66:6)
El nacimiento de un bebé, niño o niña, es causa de gran celebración. En el Islam existe cierta etiqueta establecida para dar la bienvenida al niño en la familia y en la comunidad. Hay una serie de rituales recomendados que se encuentran en las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) que deben realizarse para garantizar que el recién nacido sea apropiadamente recibido en la sociedad musulmana. Sin embargo, la ausencia de cualquiera o de todos estos actos recomendados no niega ninguno de los derechos del niño en el Islam.
Se recomienda que los padres o tutores hagan tahnik y recen por el recién nacido. Tahnik significa poner algo dulce, como dátiles o miel, en la boca del niño. Uno de los compañeros del Profeta Muhammad, Abu Musa (que Dios esté complacido con él), dijo: "Tuve un hijo varón y lo llevé con el Profeta. Él lo llamó Ibrahim, hizo tahnik con un dátil y le pidió a Dios que lo bendijera, luego me lo regresó"[1].
El conocido erudito islámico Imam An-Nawawi dijo que está recomendado hacer tahnik con dátiles para el bebé cuando nace; si no es posible, utilizar entonces algún dulce similar. El dátil debe ser masticado hasta hacerlo lo suficientemente suave para que el bebé lo chupe con facilidad.
Las palabras del llamado a la oración (Adhan) a menudo son recitadas en voz baja en el oído derecho del recién nacido poco después del parto. La primera cosa que el niño escucha en este mundo son las palabras de sumisión al Dios Único. Está reportado que uno de los compañeros del Profeta Muhammad lo vio decir el llamado a la oración al oído derecho de uno de sus nietos recién nacido[2]. El bebé recién nacido tiene derecho a un buen nombre. Los nombres son importantes, el nombre de una persona transmite un mensaje y se convierte en símbolo de esa persona. Se recomienda que el niño sea nombrado al séptimo día de su nacimiento; sin embargo, el erudito islámico Ibn Al Qaiem dijo que el tema era "amplio en su alcance" y que es permisible darle nombre al niño al nacer o al séptimo día, o en cualquier momento antes o después de esos días[3].
Es habitual que el padre sea quien dé nombre al niño, sin embargo los eruditos recomiendan que los padres elijan juntos el nombre. Más importante es que el niño reciba un buen nombre, como ‘Abdal-lah o ‘Abdur-Rahman. El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Los más amados de sus nombres para Dios son ‘Abdal-lah (siervo de Dios) y ‘Abdur-Rahman (siervo del Más Compasivo)"[4]. También se recomienda que el niño lleve el nombre de algún Profeta o de alguno de los predecesores piadosos. El Profeta Muhammad nombró a su propio hijo Ibrahim por el Profeta Ibrahim (Abraham). Él dijo: "Un niño ha nacido para mí anoche, y lo he llamado con el nombre de mi padre Ibrahim"[5].
Está prohibido utilizar nombres que Le pertenecen solo a Dios, como Al Jáliq (El Creador) y Al Qudús (El Santísimo), o nombres que no son apropiados para nadie distinto a Dios, como Málikul Múluk (Rey de Reyes). También está prohibido utilizar nombres que impliquen servidumbre a cualquiera distinto de Dios, como ‘Abdal-‘Uzza (siervo de Al Uzza –una diosa pagana–), Abdal Kabah (siervo de la Kabah), Abdad-Dar (siervo de la Casa).
Debe evitarse usar nombres que tengan significados malos o desagradables, o que suenen extraño o causen que los demás se burlen de la persona o le causen vergüenza. También es mejor no utilizar nombres que estén asociados con pecadores o tiranos. Algunos eruditos también recomiendan no nombrar a los niños con nombres de ángeles o de capítulos del Corán. Los nombres tienen significados explícitos e implícitos, y tales significados tendrán un efecto en el niño para bien o para mal. Los padres deben tener mucho cuidado cuando elijan un nombre apropiado para su hijo recién nacido.
En el Islam se recomienda que los padres celebren el nacimiento del bebé con una ofrenda conocida como aqiqah. Cuando un niño nace, es común que la familia sacrifique una o dos ovejas e invite a parientes y vecinos a comer, a fin de permitir a la comunidad compartir el feliz evento.
Si bien la aqiqah no es obligatoria, contiene muchos beneficios. Ibn Al Qaiem dijo que la aqiqah es un sacrificio por medio del cual el niño es acercado a Dios tan pronto como llega a este mundo, es un sacrificio por el cual el recién nacido es rescatado tal como Dios rescató a Ismael con el carnero[6], y es la reunión de parientes y amigos para el walimah (festín).
Uno de los rituales relacionados con los bebés recién nacidos y que son parte de los derechos de los niños varones es la circuncisión, es obligatorio que los niños sean circuncidados. El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo que hay cinco cosas que son parte de la naturaleza inherente de las personas, ellas son: la circuncisión, afeitarse el vello púbico, depilarse el vello de las axilas, cortarse las uñas y recortarse el bigote[7]. Estas cosas se relacionan con la pureza y las condiciones básicas para la oración, e implican la sumisión total a la voluntad de Dios.
Es parte de las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad que la cabeza de los bebés recién nacidos sea afeitada y que el peso del cabello en oro o plata sea dado en caridad[8]. Es suficiente estimar el peso y dar la cantidad equivalente en dinero.
Darle la bienvenida al recién nacido en la familia y en la comunidad es más que una celebración; los rituales realizados sirven para recordarles a los creyentes que los niños en el Islam tienen derechos. Si los padres están vivos o fallecidos, presentes o ausentes, son conocidos o desconocidos, el niño tiene derecho a ser cuidado y criado en la seguridad, rodeado por el amor y las leyes de Dios. En el próximo artículo descubriremos y exploraremos los derechos de los niños a medida que crecen hacia la adultez.
Lo que dice el Islam acerca de los niños (parte 4 de 5): Alimentación, amor y educación
Descripción: Enseñar a los niños los deberes del Islam
- Por Aisha Stacey (© 2015 IslamReligion.com)
- Publicado 16 Mar 2015
- Última modificación 16 Mar 2015
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El Islam es una religión que se preocupa por la justicia y el respeto y, como tal, toma muy en serio los derechos y las responsabilidades. El Islam afirma que es responsabilidad de cada individuo tratar a toda la creación con respeto, honor y dignidad. El respeto comienza con amar y obedecer los mandamientos de Dios, y de este respeto fluyen todos los modales y los elevados estándares de moral que son inherentes al Islam. Dios espera de nosotros, creyentes adultos, que tratemos a los niños con respeto, los amemos, los alimentemos y eduquemos. Cuando los derechos y las responsabilidades son tomados en serio, ello le permite a uno amar y respetar a Dios.
"Quienes obedezcan a Dios y a Su Mensajero, tengan temor a Dios y sean piadosos, ellos serán los bienaventurados". (Corán 24:52)
Los niños pequeños necesitan comida, bebida, sueño, y también necesitan amor y compasión. Cuidar de sus necesidades físicas sin tener en cuenta sus necesidades emocionales y espirituales es inapropiado.
Después del nacimiento de un bebé se aconseja a las madres amamantarlo. La leche materna fue diseñada por Dios para satisfacer específicamente las necesidades de cada bebé en particular. La ciencia moderna ha comprobado las cualidades notables de la leche materna. La leche materna contiene células que combaten las enfermedades, llamadas anticuerpos, que ayudan a proteger a los niños de los gérmenes, las infecciones, e incluso del síndrome de muerte súbita infantil[1].
El calostro, la espesa leche amarilla producida durante el embarazo y justo después del nacimiento, les da a los bebés el mejor comienzo en la vida. La leche cambia con el tiempo para satisfacer las necesidades del bebé. Entre el tercer y quinto día después del parto, la leche materna tiene la cantidad precisa de grasa, azúcar, agua y proteínas necesaria para el crecimiento del bebé.
"Las madres podrán amamantar a sus hijos dos años si desean completar la lactancia". (Corán 2:233)
Sin embargo, Dios no puso a los creyentes en una situación que no pudieran manejar, ya que si el amamantamiento no es posible hay alternativas, como utilizar una nodriza y, más comúnmente, alimentar al lactante con una fórmula especialmente diseñada para cubrir sus necesidades.
"Dios no quiere imponerles dificultades, solo quiere purificarlos y completar Su favor sobre ustedes para que sean agradecidos". (Corán 5:6)
Tan pronto como sean lo suficientemente grandes para entender, se les debe enseñar a los niños a amar a Dios. Esto usualmente es fácil porque los niños tienen una disposición natural para conocer y amar a Dios, es fácil para ellos entender que Dios es el Creador. Es responsabilidad de los padres o cuidadores enseñarles a los niños que Dios es Uno, y que no existe nada ni nadie digno de adoración excepto Él.
"[Recuerda] cuando Luqmán exhortó a su hijo diciéndole: "¡Oh, hijito! No dediques actos de adoración a otro que Dios, pues la idolatría es una gran injusticia". (Corán 31:13)
Padres, tutores y cuidadores son responsables de enseñarles a sus niños los deberes del Islam, se les debe enseñar la forma correcta de adorar a Dios, y la mejor forma de hacer esto es con el ejemplo. Desde el momento en que pueden interactuar con su entorno los niños están aprendiendo, incluso un niño muy pequeño escucha el llamado a la oración y sabe que es el momento de detener todas las actividades mundanales mientras los creyentes enfocan su atención en Dios. Los niños aprenden esto observando el comportamiento de quienes están a su alrededor.
De las tradiciones del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) aprendemos que es obligatorio para nosotros enseñarles a nuestros hijos a rezar cuando tienen siete años de edad, y amonestarlos por no rezar cuando llegan a la edad de diez años[2]. La realidad es que los niños que viven en un hogar donde la oración y la adoración correcta son visibles, están dispuestos a orar y a menudo se les puede ver inclinándose y postrándose desde muy temprana edad, al lado de sus padres.
A los siete años de edad, se les debe enseñar a los niños a rezar correctamente. Para la edad de diez años, se los debe amonestar por no rezar. Sea cual sea la disciplina que se utilice, debe ser tal que el niño entienda que la oración es importante. Golpear al niño no es una opción.
Se debe enseñar a los niños y se les debe hacer observar a quienes están a su alrededor realizando todas las demás obligaciones que tiene un creyente en la Unicidad de Dios. Los niños deben ser capaces de ver a aquellos a su alrededor ayunando y realizando otros actos de adoración como leer el Corán, también deben observar a sus cuidadores mostrando buenos modales y buena moral. Los compañeros del Profeta Muhammad narraron que a los niños se les enseñaban las bases del Islam a edad temprana.
"Solíamos observar este ayuno después de eso, y acostumbrábamos hacer que nuestros hijos ayunaran e hicieran juguetes de madera; si uno de ellos lloraba por comida, le dábamos ese juguete hasta que fuera el momento de romper el ayuno"[3].
"Fui llevado a hacer el Hayy con el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) cuando tenía siete años de edad[4]".
El Islam es una religión integral, por lo tanto, las necesidades físicas que atañen a este mundo no deben ser descuidadas. Los niños tienen el derecho a vivir con tranquilidad y seguridad, y a tener cubiertas todas sus necesidades físicas. El reconocido erudito islámico Imam An-Nawawi dijo: "El padre[5] debe criar a sus hijos con buenos modales en todas las cosas, comer, beber, vestirse, dormir, salir de la casa, entrar a la casa, andar en vehículos, etc. Él debe inculcar en ellos los atributos de una buena persona, como el amor al sacrificio (personal), poner a los demás primero, ayudar a otros, la nobleza y la generosidad. Él debe alejarlos de las características malas como la cobardía, la mezquindad, la falta de nobleza, la falta de ambición, etc. Los niños deben ser protegidos del daño físico y de cualquier cosa que pueda conducirlos hacia el pecado".
El Islam brinda a los niños muchos derechos y se preocupa por su bienestar espiritual, físico y emocional. En la parte siguiente y final de esta serie de artículos hablaremos de justicia, equidad y cuestiones de custodia.
Lo que dice el Islam acerca de los niños (parte 5 de 5): Custodia y equidad
Descripción: Los derechos están integrados en todos los temas relacionados con los niños.
- Por Aisha Stacey (© 2015 IslamReligion.com)
- Publicado 16 Mar 2015
- Última modificación 15 Mar 2015
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En los cuatro artículos anteriores, expusimos lo que dice el Islam acerca de los niños, particularmente en relación con los derechos de los niños. En este artículo final hablaremos de algunos temas concernientes a los niños que, a primera vista, no parecen estar relacionados con los derechos de los niños. Estos temas son: la custodia, la entrega de regalos y la igualdad entre hermanos. Descubriremos que los derechos de los niños y sus intereses superiores están integrados en todos los temas relacionados con la infancia.
Custodia
El asunto principal en disputas de custodia es: ¿Qué es lo mejor para el niño? Ibn Qudamah Al Maqdisi, erudito islámico del siglo XII, dijo: "La custodia tiene como objetivo velar por el niño, por lo que no se la debe dar en una forma que sea perjudicial para su bienestar y su compromiso religioso"[1].
Si un matrimonio se termina y está en disputa quién debe tener la custodia de los hijos o quién debe mantenerlos financieramente, entonces las soluciones pueden hallarse dentro de las enseñanzas del Islam. Hasta que el niño alcanza la edad del discernimiento, la madre es quien tiene más derecho a la custodia que el padre; esto a menos que él acuerde con ella algo que sea mejor para el niño. Los eruditos islámicos a lo largo de los siglos han diferido en sus opiniones acerca de la custodia de los hijos; sin embargo, todos han estado de acuerdo en que el interés superior del niño debe ser la principal preocupación.
Una mujer divorciada, cuyo exmarido estaba reclamando la custodia de sus hijos, acudió al Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y le dijo: "Mi vientre fue el buque de este hijo mío, mis pechos le dieron de beber y mi tronco ha sido refugio para él; pero su padre me ha divorciado y quiere alejarlo de mí". El Profeta Muhammad le dijo: "Tienes más derecho que él, siempre y cuando no te cases de nuevo"[2].
Según el Islam, el período del discernimiento es alrededor de la edad de siete u ocho años, en cuyo momento termina el período oficial de custodia y comienza el período de kafalah o patrocinio, este período dura hasta que el niño alcanza la pubertad, momento en el que el niño es libre de elegir con qué padre quiere residir. Sin embargo, la elección está dictada por la necesidad de que ciertas condiciones sean cumplidas.
Esas condiciones incluyen que el padre o tutor sea un musulmán capaz de rendir cuentas (es decir, un adulto en uso pleno de sus facultades mentales, etc.), que tenga buen carácter y que sea capaz de cumplir con todas las obligaciones para con el niño.
La manutención, sin embargo, es obligatoria para el padre, independientemente de que la madre sea rica o pobre, él es responsable de la vivienda, comida, bebida, ropa y educación, y otras necesidades cotidianas; sin embargo, la cantidad monetaria está basada en las circunstancias y los medios del padre, cada situación es distinta.
"Que el adinerado mantenga de acuerdo a su abundancia, pero aquel cuyo sustento es escaso que lo haga acorde a lo que Dios le ha provisto. Dios no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Dios hará que luego de toda estrechez venga la prosperidad". (Corán 65:7)
Equidad y entrega de regalos
El Islam nos dice que es importante tratar a los niños con justicia. El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Teman a Dios y traten a sus hijos con justicia"[3].
En relación con el gasto, esto significa darle a cada niño lo que él o ella necesiten. Por ejemplo, un niño puede necesitar un uniforme de colegio valorado en $200, mientras que el uniforme del otro niño puede costar solo $100. Otro ejemplo sería si un hijo se va a casar y los padres organizan todo, deberían hacer lo mismo para los otros hijos cuando ellos deseen casarse.
No está permitido mostrar preferencia con ningún género por sobre el otro ni con ningún hijo sobre los demás, pues esto puede llevar a rivalidades de hermanos, celos y malos sentimientos en la familia, y en casos extremos puede llevar incluso a la ruptura de los lazos de consanguinidad.
Algunos de los eruditos opinan que es permisible mostrar preferencias por algunos hijos en lo que respecta a dar regalos bajo ciertas circunstancias específicas. Por ejemplo, sería permisible si uno de ellos es discapacitado o tiene una familia grande o está preocupado con la búsqueda del conocimiento, o si hay alguna otra razón que implique que él o ella necesiten ayuda financiera adicional. También sería permisible negarle regalos a un hijo si se involucra en acciones prohibidas[4].
El Shaij Ibn Uzaimin, reconocido erudito islámico del siglo XX, dijo: "Si un padre le concede a uno de sus hijos remuneración financiera para cubrir una necesidad, tal como un tratamiento médico, el costo de un matrimonio o de iniciar un negocio, etc., entonces tal concesión no debe categorizarse como un acto de injusticia e inequidad. Tal regalo entra dentro del derecho a gastar en las necesidades esenciales de los hijos, lo que es un requisito que un padre debe cumplir".
"Sean justos y equitativos, porque eso es lo más cercano a la piedad. Y tengan temor de Dios, porque Dios está bien informado de lo que hacen". (Corán 5:8)
El Islam es una religión que se preocupa por la justicia y el respeto, es una religión que hace énfasis especial en los derechos y las responsabilidades; es una religión preocupada por las necesidades individuales, siempre que no afecten las necesidades de una comunidad cohesionada. Los niños tienen ciertos derechos, y el más importante de ellos es que puedan conocer y amar a Dios. Es responsabilidad de los padres (tutores y cuidadores) alimentar, vestir, educar y criar a los niños que han sido puestos bajo su cuidado.
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