El mundo científico se vuelve hacia Dios
Descripción: Ejemplos de científicos que, después de años de predicar el ateísmo, admiten finalmente la teoría del Diseño Inteligente.
- Por A.O.
- Publicado 09 Jun 2008
- Última modificación 23 Feb 2010
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“Ya que es claro que he influido en muchas personas, quiero intentar corregir el enorme daño que pude haber causado”. (Anthony Flew)
Actualmente, los periódicos se están haciendo eco de estas palabras de disculpa de Anthony Flew, quien en su época fuera un famoso filósofo ateo. Este profesor de filosofía, británico, de 81 años de edad, escogió ser ateo a los 15 años, y logró reconocimiento por primera vez en el mundo académico con un trabajo publicado en 1950. Durante los 54 años que siguieron, defendió el ateísmo como profesor en las universidades de Oxford, Aberdeen, Keele y Reading; en muchas universidades estadounidenses y canadienses que visitó; en debates, libros, conferencias y artículos. Sin embargo, en los últimos días, Flew anunció que ha abandonado este error y acepta que el universo fue creado.
El factor decisivo de este cambio radical de opinión, es la clara y definitiva evidencia revelada por la ciencia sobre el tema de la creación. Flew concluyó, a la luz de la complejidad de la vida basada en la información científica, que el verdadero origen de la vida es el diseño inteligente y que el ateísmo que él defendió durante 66 años era una filosofía desacreditada.
Flew anunció las razones científicas de este cambio de creencia con las siguientes palabras:
“La investigación del ADN realizada por los biólogos ha demostrado, mediante la casi increíble complejidad de las condiciones necesarias para producir vida, que la inteligencia tuvo que estar involucrada”.[1]
“Se ha vuelto excesivamente difícil incluso pensar en construir una teoría naturalista de la evolución de aquel primer organismo reproductor”.[2]
“Me convencieron de que está fuera de discusión el hecho de que la primera materia viva evolucionó a partir de materia muerta y luego se desarrolló en una criatura extraordinariamente compleja”.[3]
La investigación de ADN que Flew cita como una razón fundamental para su cambio de opinión, ha revelado de hecho datos sorprendentes sobre la creación. La forma helicoidal de la molécula de ADN, su posesión del código genético, los lazos nucleótidos que rechazan el azar ciego, el almacenamiento de cantidades enciclopédicas de información, y muchos otros hallazgos asombrosos, han revelado que la estructura y las funciones de esta molécula fueron establecidas para la vida con un diseño especial. Los comentarios de los científicos que participan de las investigaciones de ADN así lo testifican.
Francis Crick, por ejemplo, uno de los científicos que reveló la forma helicoidal del ADN admitió, frente a los hallazgos respecto al ADN, que el origen de la vida indicaba un milagro:
“Un hombre honesto, armado con todo el conocimiento disponible hoy en día, sólo podría decir eso en cierto sentido, el origen de la vida parece ser en este momento casi un milagro, pues son muchas las condiciones que se tendrían que cumplir para que se mantuviera”.[4]
Según sus cálculos, Led Adleman, de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, ha declarado que un gramo de ADN puede almacenar tanta información como un billón de discos compactos.[5] Gene Myers, un científico participante del Proyecto Genoma Humano, ha afirmado lo siguiente a la luz de los milagrosos descubrimientos de los que fue testigo:
“Lo que realmente me sorprende es la arquitectura de la vida… El sistema es extremadamente complejo. Es como si fuera diseñado… Hay una tremenda inteligencia detrás de él”.[6]
El dato más asombroso sobre el ADN, es que la existencia de la información genética codificada definitivamente no se puede explicar en términos de materia y energía o de leyes naturales. El Dr. Werner Gitt, profesor del Instituto Federal Alemán de Física y Tecnología, dijo lo siguiente sobre este tema:
“Un sistema de códigos siempre es el resultado de un proceso mental… Hay que hacer énfasis en el hecho de que la materia como tal es incapaz de generar ningún código. Todas las experiencias indican que hace falta un ser pensante que ejerza voluntariamente su libre albedrío, cognición y creatividad... No existe ninguna ley natural conocida, mediante la cual la materia pueda generar información, ni tampoco se conoce ningún proceso físico o fenómeno material que pueda hacerlo”. [7]
Los científicos y filósofos creacionistas han tenido un papel muy importante en la aceptación de Flew del diseño inteligente, apoyada por todos estos hallazgos. Recientemente, Flew participó de debates con científicos y filósofos que proponían la creación, e intercambió ideas con ellos. El punto de inflexión final en ese proceso fue una discusión organizada por el Instituto de Investigación Metafísica en Texas, en mayo de 2003. El Profesor Flew participó en dicho evento junto con el autor, el físico Roy Abraham Varghese, y el biólogo molecular Gerald Schroeder. Flew se quedó impresionado por el peso de la evidencia científica a favor de la creación y el grado de convencimiento de los argumentos de sus oponentes, y abandonó la idea del ateísmo tiempo después de aquella discusión. En una carta que escribió para la edición agosto-septiembre de 2003, de la revista británica Philosophy Now, recomendó el libro de Schroeder “The Hidden Face of God: Science Reveals the Ultimate Truth” (El rostro oculto de Dios: la Ciencia revela la Verdad Absoluta) y el libro de Varghese “The Wonderful World”[8] (El Mundo Maravilloso). Durante una entrevista con el profesor de filosofía y teología Gary R. Habermas, quien también tuvo una influencia importante en su cambio de opinión[9], y además en el video “Has Science Discovered God?” (¿La ciencia ha descubierto a Dios?), él declaró abiertamente que creía en el diseño inteligente.
La “inteligencia que prevalece en el universo” y el colapso del ateísmo
A la luz de todo el desarrollo científico mencionado anteriormente, la aceptación del diseño inteligente por parte de Anthony Flew, famoso por defender el ateísmo durante muchos años, refleja una escena final en el proceso de colapso del cual el ateísmo está siendo objeto, debido a que la ciencia moderna ha revelado la existencia de una “inteligencia que prevalece en el universo”, afirmación que deja al ateísmo fuera de la ecuación.
En su libro “The Hidden Face of God”, Gerald Schroeder, uno de los científicos creacionistas que influyeron en Flew, escribe lo siguiente:
“Existe una sabiduría universal, una conciencia única, que prevalece en el universo. Los descubrimientos de la ciencia, aquellos que buscan la naturaleza cuántica de la materia subatómica, nos han llevado al borde de un descubrimiento desconcertante: Toda la existencia es la expresión de esta sabiduría. En los laboratorios, la experimentamos como información que se articula primero físicamente como energía y luego se condensa en forma de materia. Toda partícula, todo ser, de átomo a humano, parece representar un nivel de información, de sabiduría”.[10]
La investigación científica realizada tanto en el funcionamiento de la célula como en las partículas subatómicas de materia, ha revelado este hecho de manera indiscutible. La vida y el universo surgieron de la nada por la voluntad de un ente provisto de un conocimiento y una sabiduría superiores. No cabe duda alguna de que el poseedor de tal conocimiento y sabiduría que diseñó el universo en todos sus niveles es Dios Todopoderoso. Dios revela estas verdades en muchos versículos del Sagrado Corán.
Footnotes:
[1] Richard N. Ostling, “Lifelong atheist changes mind about divine creator,” The Washington Times, 10 de Diciembre de 2004; (http://washingtontimes.com/national/20041209-113212-2782r.htm).
[2] Antony Flew, “Letter from Antony Flew on Darwinism and Theology”, Philosophy Now; (http://www.philosophynow.org/issue47/47flew.htm).
[3] Stuart Wavell y Will Iredale, “Sorry, says atheist-in-chief, I do believe in God after all”, The Sunday Times, 12 de Diciembre de 2004; (http://www.timesonline.co.uk/article/0,,2087-1400368,00.html).
[4] Francis Crick, Life Itself: Its Origin and Nature, New York: Simon & Schuster, 1981, p. 88
[5] John Whitfield, “Physicists plunder life’s tool chest”, 24 de Abril de 2003; (http://www.nature.com/nsu/030421/030421-6.html).
[6] San Francisco Chronicle, 19 de Febrero de 2001
[7] Werner Gitt, In the Beginning Was Information, CLV, Bielenfeld, Germany, p. 64-7, 79
[8] Antony Flew, “Letter from Antony Flew on Darwinism and Theology”, Philosophy Now; (http://www.philosophynow.org/issue47/47flew.htm).
[9] “Atheist Becomes Theist: Exclusive Interview with Former Atheist Antony Flew”, (http://www.biola.edu/antonyflew/index.cfm).
[10] Gerald Schroeder, The Hidden Face of God, Touchstone, New York, 2001, p. xi.