El Concepto de Dios en el Islam (parte 1 de 2): Un Concepto Único
Descripción: Una perspectiva general de algunos de los conceptos que el Islam sostiene acerca de Dios que lo hacen realmente único.
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- Publicado 31 Mar 2008
- Última modificación 31 Dec 2015
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Es un hecho conocido que cada idioma posee uno o mas términos para referirse a Dios, y a veces, a deidades menores al mismo tiempo. Pero este no es el caso de la palabra Allah. Allah es el nombre exclusivo del Dios Único y Verdadero. Sólo puede ser llamado Allah. El término no tiene plural ni genero. Al compararlo con la palabra “dios” queda clara la calidad única de este término en árabe. “Dios” puede pluralizarse, como en “dioses”, o puede ser femenino, como en “diosa”. Es interesante notar que Allah es el nombre personal de Dios en arameo, la lengua de Jesús, una lengua hermana del árabe.
El Único y Verdadero Dios es un reflejo del concepto único y exclusivo que el Islam tiene de Dios. Dios es el Creador Todopoderoso y Sostén del universo, no hay nada que pueda asemejársele ni comparársele. Los contemporáneos del Profeta Muhámmad (P y B) le preguntaron acerca de Dios; la respuesta llegó de Dios mismo en un breve capítulo del Corán, que se considera la esencia de la unidad o lema del monoteísmo. Este es el capítulo 112, que dice:
“Di [¡Oh, Muhámmad!]: Él es Dios, la única divinidad. Dios es el Absoluto [de Quien todos necesitan, Quien no necesita de nadie]. No engendró, ni fue engendrado. No hay nada ni nadie que pueda ser comparado a Él.”
Algunos no musulmanes afirman que Dios según el Islam es un Dios severo y cruel que demanda obediencia absoluta y no es, consecuentemente, ni amoroso ni gentil. Nada puede estar más lejos de la realidad. Es suficiente saber que, con la excepción de uno, cada uno de los 114 capítulos del Corán comienzan con la fórmula “En el nombre de Dios, el Misericordioso; el Compasivo”. En uno de sus dichos, el Profeta Muhámmad, que Dios le de paz, dijo:
“Dios es más amoroso y gentil con sus criaturas que una madre con su amado hijo.”
Por otro lado, Dios es también Justo. De aquí que los pecadores deben recibir su merecido castigo, y los virtuosos deben recibir su recompensa y aprobación de Dios. En realidad, los atributos de piedad de Dios se manifiestan en Sus atributos de Justicia. Las personas que se esfuerzan y sacrifican a lo largo de sus vidas buscando complacer a Dios, no recibirán el mismo trato de su Señor que la gente que oprime y explota a sus semejantes. Esperar que ambos sean tratados por igual significaría negar nuestra fe en la Justicia, en el Día del Juicio y negar todos los incentivos para una vida moral y virtuosa que hay en este mundo y el otro. Los siguientes versículos coránicos son claros y evidentes respecto a este punto.
“Por cierto que los piadosos serán agraciados por su Señor con los Jardines de la Delicias. ¿Acaso vamos a tratar por igual a quienes se someten a Allah y a los pecadores? ¿Qué os pasa? ¿Cómo es que juzgáis así?” (Corán 68:34-36)
El Islam no caracteriza a Dios en ninguna forma humana ni lo representa favoreciendo ciertos individuos o naciones en base a la fortuna, poder o raza. Él creó a los seres humanos iguales, y éstos se distinguen solamente a través de su virtud y su piedad.
Conceptos como el descanso de Dios en el séptimo día de la creación, su lucha con uno de Sus siervos, su complot en contra de la humanidad, o su encarnación en un ser humano, son considerados una blasfemia desde una óptica estrictamente monoteísta e islámica.
El uso único del término Allah como nombre exclusivo de Dios refleja el énfasis en la pureza monoteísta de la fe islámica, que es la esencia del mensaje de todos los profetas de Dios. Por esto, el Islam considera que asociar alguna deidad o persona con Dios es un pecado capital que Dios no perdonará, a menos que la persona se arrepienta antes de su muerte.
El Creador tiene una naturaleza diferente a la de Sus criaturas, porque si Él fuera de la misma naturaleza, sería temporal y por lo tanto necesitaría un creador a su vez. Resulta, por lo tanto, que nada es como Él. Además, si el creador no es temporal, entonces debe ser Eterno. Si es Eterno, no puede ser causado, y si nada causó Su existencia, nada fuera de Él sostiene Su existencia, lo que significa que Él es Autosuficiente. Y si no depende de nada ni nadie para continuar su existencia, entonces su existencia no puede terminar, entonces, el Creador es, por lo tanto, Eterno y Permanente. Entonces sabemos que Él es Autosuficiente, o para utilizar un termino coránico, Al-Qayyum: “el Primero y el Último”.
El Creador no crea solamente en el sentido de dar origen, Él también las preserva y hace que su existencia termine, y es la causa final de lo que les pueda suceder.
“Dios es el Creador de todas las cosas, y Él es su Amparador. A Él pertenecen las llaves de los cielos y de la Tierra [y el poder total sobre ellos]; y sabed que quienes no creen en los signos de Allah son los perdedores”. (Corán 39:62-63)
Dios dice también:
“No existe criatura en la Tierra sin que sea Allah Quien la sustenta; Él conoce su morada y por donde transita”. (Corán 11:6)