La historia de Lot (parte 2 de 2): La destrucción de Sodoma
Descripción: Los mensajeros llegan a Sodoma, el Profeta Lot trata de protegerlos de los criminales, y ocurre el castigo divino.
- Por Aisha Stacey (© 2011 IslamReligion.com)
- Publicado 19 Sep 2011
- Última modificación 19 Sep 2011
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El Profeta Lot sufría debido a las malas conductas y los comportamientos antinaturales de la gente a su alrededor, sin embargo, continuó entregando su mensaje con paciencia. Llamó a la gente a abandonar sus malos caminos y a obedecer al Único Dios, adorándolo sólo a Él. Sin embargo, la gente de la ciudad continuó burlándose de él y menospreciándolo, y hasta lo ridiculizaban y lo desafiaban para que enviara el tormento de Dios sobre ellos.
“Envíanos el castigo de Allah, si es que decís la verdad”. (Corán 29:29)
Lot estaba abrumado por la desesperación y suplicó a Dios que le concediera la victoria sobre su pueblo, que cometía grandes crímenes y se comportaba de forma antinatural.
En el momento de la invocación de Lot, los Mensajeros (ángeles) estaban con el Profeta Abraham, de modo que le informaron de su misión con Lot y su pueblo. Dijeron:
“Y cuando Nuestros [Ángeles] emisarios se presentaron ante Abraham para albriciarle [del nacimiento de su hijo], le dijeron: Destruiremos a la población de esta ciudad, porque son inicuos”. (Corán 29:31)
Abraham tenía miedo, su sobrino Lot estaba en la ciudad de Sodoma y estaba a punto de ser destruido. Le dijo a los ángeles: “Pero Lot está entre sus habitantes”. Ellos respondieron:
“Nosotros conocemos mejor [que tú] a quienes habitan en ella. Lo salvaremos a él y a su familia, excepto a su mujer, que se contará entre los condenados”. (Corán 29: 32)
El renombrado erudito islámico ImamIbn Kazir narró que, cuando los Mensajeros se acercaron a la ciudad de Sodoma, conocieron a la hija de Lot en el río cercano. Ella se quedó asombrada por su belleza y les aconsejó que esperaran al Profeta en el río en lugar de entrar a la ciudad sin protección. Cuando Lot escuchó hablar de los extranjeros, se sintió angustiado y se preguntó cómo podía convencerlos de que pasaran de largo por Sodoma y continuaran su camino. Trató de hacerlos entender la naturaleza de la gente de la ciudad, pero sólo consiguió convencer a los Mensajeros de esperar hasta la noche antes de entrar en la ciudad.
El Profeta Lot logró acompañar a los Mensajeros a la seguridad de su casa. Sin embargo, la esposa de Lot se deslizó por la puerta trasera y rápidamente avisó a la gente que dos hombres hermosos eran huéspedes en casa de Lot. El rumor se difundió velozmente y pronto la gente estaba frente a la casa de Lot, llamando a su puerta, exigiendo ver a los invitados. Lot se angustió aún más cuando se dio cuenta de que su mujer era la responsable de que la multitud estuviera a su puerta, y le rogó a la turba que se disolviera y temiera el castigo de Dios. Les pidió varias veces que buscaran la gratificación sexual de manera legal.
“¡Oh, pueblo mío! Casaos con las mujeres, pues ello es lo lícito para vosotros, temed a Allah y no me avergoncéis ante mis huéspedes. ¿Es que no hay entre vosotros ningún hombre recto?” (Corán 11:78)
Las versiones bíblica y coránica de la historia de Lot tienen grandes similitudes. Sin embargo, el Islam rechaza por completo la noción de que el Profeta Lot hubiera ofrecido a sus hijas a la gente de la ciudad. Los eruditos islámicos explican que cuando Lot utilizó la palabra “hijas” se refería a las mujeres de Sodoma. Él estaba exigiendo a los hombres de Sodoma que buscaran la satisfacción sexual en matrimonios legales.
En su libro Historias de los Profetas, Ibn Kazir declara que la gente de la ciudad echó abajo la puerta y se precipitó dentro de la casa de Lot, rodeando a los Mensajeros. Lot estaba impotente frente a ellos, sin embargo, continuó suplicando y recordándoles la maldad de sus actos. La gente de la ciudad se burlaban y mofaban de él diciendo: “Tú sabes que no deseamos a las mujeres, y entiendes bien lo que queremos” (Corán 11:79). Los Mensajeros tranquilizaron a Lot diciéndole: “Ciertamente somos emisarios de tu Señor” (Corán 11:81). Al escuchar estas palabras, la gente de la ciudad sintió miedo y comenzó a dispersarse, dejando a Lot y a su familia solos con los Mensajeros.
Los Mensajeros disiparon los temores del Profeta Lot y lo instruyeron para que reuniera a su familia y abandonara la ciudad de Sodoma esa misma noche. Lot caminó detrás de su familia para asegurarse de que ninguno de ellos volviera la mirada hacia la ciudad de Sodoma. La mujer de Lot se quedó atrás y recibió el castigo junto con los criminales y los habitantes impíos de la ciudad. El Corán describe el castigo como un grito terrible que volteó la ciudad al revés, y una posterior lluvia de piedras de arcilla. (Corán 15:73-74)
El castigo llegó al amanecer, y Dios dijo:
“Y lo salvamos a él y a toda su familia, excepto a su esposa, pues se contaba entre los condenados. Luego destruimos a los demás, e hicimos caer sobre ellos una lluvia de piedras. ¡Qué lluvia aterradora fue la que les enviamos! En esto hay un signo, pero la mayoría de los hombres no cree”. (Corán 26:170-174)
Así, las páginas fueron cerradas sobre el pueblo de Lot. Sus nombres fueron borrados de la memoria histórica. El castigo que Dios prometió y sobre el que advirtió el Profeta Lot, ocurrió, pues en verdad Dios cumple Sus promesas. Él promete un castigo severo a los malvados y el Paraíso es la recompensa de los justos. Lot y su familia caminaron al amanecer y el Corán no habla más de ellos.